Un nuevo documental de esta impresionante directora llegó al FICM 2024 y aquí recordamos una entrevista a propósito de este gran estreno.
"¿Pertenecemos a un lugar o un lugar nos pertenece?". Bajo esta premisa se presenta ante nosotros el nuevo documental de Gabriela Domínguez Rubalcava, que forma parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) en su edición número 22, y del que la directora chiapaneca habló con SensaCine México durante una entrevista sumamente nostálgica y muy especial.
Bajo el cobijo de la flora y fauna de Chiapas, el deleite visual de los paisajes que nos da el sureste mexicano, y un grupo de mujeres en constante movimiento con su grupo de borregos, esta producción llega 10 años después de La danza del hipocampo, en donde mediante un found footage la directora nos llevó a cuestionarnos los vínculos y su relación con la memoria, en medio de la cotidianidad en la que volcamos gran parte de nuestro porvenir.
El cerro musgoso son las montañas que rodean la comunidad en donde crecí, que es San Cristóbal de las Casas. Así es que si puedo pensar en un primer encuentro con la cultura tstosil pues tendría que remitirme a mi infancia...
... recordó Gabriela, quien en Formas de atravesar un territorio se vuelca a seguir de cerca la vida de las mujeres tsotsiles y su relación con la naturaleza, mientras ella hace una reflexión sobre su propio trabajo documentalista y el objetivo que tiene el filmar. Además, desde los Altos de Chiapas, Domínguez Rubalcava se unió a los paseos diarios de Doña Sebastiana, Maribel, Margarita, Rosalinda y Angelina junto a su rebaño de borregos para transformar una realidad cotidiana que las marcará con unos lazos que -a partir de ello- ahora son inquebrantables.
Además, en este largometraje también nos encontramos con las emociones y temáticas universales que atraviesa la vida de las mujeres, los animales, y todos los eres vivos quienes además de formar un estrecho vínculo con ellas, en gran medida dependen de un trabajo de cuidados para coexistir y cumplir una función primordial; la de la vivir.
Solo era cuestión de mirarnos y reconocernos... Fue fácil encontrar lo que nos reúne.
Después, la cineasta reflexionó sobre las similitudes entre su vida y la comunidad tsotsil, por lo que destacó que ambas partes "siempre han estado ahí. La cultura y lo que ella significa siempre estuvieron ahí, pero de una manera distante. (Al menos hasta ahora) habían estado ahí como un otro y siento que lo que me dio esta película fue la oportunidad de reconocer que eso que yo veía tan distante, en realidad estaba muy cerca de mí", explicó.
Por otra parte, al hablar del territorio la directora destacó la importancia de ir más allá de lo superficial y poner el enfoque en los trabajos que se realizan con los otros, del cuidar lo que nos importa y del aportar acciones a un bienestar para mantenernos a salvo. "A través del cuidado a la tierra, los animales, sus compañeras, los árboles y su propia identidad e historia, (ellas) son un reconocimiento de ser parte dé (una identidad)".
¿Cómo te cuido yo a ti, compañera tsotsil, y cómo tú me cuidas a mí que nací dentro de esta ciudad?
"Con esta película a mí me gustaría conversar... Ver cómo nos cuidamos al hacer una historia sobre mujeres. Sobre cómo nos cuidamos de manera mutua", enfatizó la directora para luego destacar que no tiene prisa por crear otro documental, ya que por ahora está en proceso de edición de un tercer largometraje ubicado en la frontera de Guatemala y que abordará una temática migrante.
La memoria sigue estando ahí adentro... Se mantiene.
Actualmente Formas de atravesar un territorio se expone en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), por lo que te recomendamos estar al tanto de nuestro sitio web y redes sociales para disfrutar de su estreno en otras salas de cine. ¡No te la pierdas!