Una madre en Estados Unidos, una niña al cuidado de sus abuelos y un refrigerador que será el oráculo para los habitantes de La Raya tuvieron un estreno conmovedor en el FICM 2024 y aquí te contamos sobre él.
El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) trajo consigo una película dirigida por Yolanda Cruz y llamada sencillamente La raya, que se estrenó como parte de la Sección de Largometraje Mexicano en competencia durante la edición 22 del FICM.
En su ficción, la cinta aborda temas profundos como la migración y la ausencia de los padres, alejándose de las perspectivas convencionales del cine mexicano al añadir un toque de humor a una realidad compleja y profundamente angustiante.
Hablada en lengua chatina y situada en Cieneguilla, San Juan Quiahije, que es un remoto poblado de la Sierra Sur de Oaxaca, La raya fusiona drama, violencia, migración y humor en una narrativa original, enfocándose en Sotera Santos "Sote", que es una niña de 11 años de edad que, ante la ausencia de su madre migrante en Estados Unidos, vive al cuidado de sus abuelos.
Con la promesa del regreso de su mamá y esporádicas llamadas telefónicas como el único vínculo emocional con ella, Sote sueña con el día del reencuentro, sin embargo con un giro inesperado y un refrigerador apareciendo misteriosamente en medio del pueblo, Sote y su amigo Erick decidirán emprender un negocio que cambiará sus planes.
Pero cuando el electrodoméstico comience a revelar secretos sorprendentes y verdades ocultas sobre los sucesos del lugar, entonces se desatará la curiosidad y asombro entre los habitantes de La Raya, haciendo que Sote se cuestione lo que sucede en la realidad.
Por lo tanto, con una mezcla entre lo real y lo fantástico, La raya nos sumerge en los sentimientos de Sote, quien enfrenta la posibilidad de que su madre nunca regrese por ella, y con esta incertidumbre se cuestione si debería abandonar La raya o aceptar que su verdadero hogar es allí, junto a sus abuelos.
Durante su conferencia de prensa en el FICM, Yolanda Cruz explicó que a través de esta travesía emocional nos encontramos con que "el humor es muy importante porque la verdad es cruda y cruel".
También explicó que su experiencia en documentales influyó en la realización de la película, permitiendo que en esta cinta se aborden con sensibilidad temas dolorosos como el abandono, al mismo tiempo que ofrece momentos ligeros y emotivos.
La película cuenta con las actuaciones de Mónica del Carmen, Diana Itzel Cruz Baltazar y José Salof, quienes aportan autenticidad a una historia profundamente enraizada en la cultura chatina, y posiciona a la película como una de las apuestas más originales y emotivas en la competencia del FICM.