‘Dragon Ball’: ¿Por qué el mejor look de Vegeta nunca se mostró en la serie animada de Akira Toriyama?
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

A lo largo de ‘Dragon Ball’, Vegeta ha mostrado una impresionante evolución como luchador, con varias transformaciones memorables. Sin embargo, una de sus mejores facetas no llegó a mostrarse en la serie animada de Akira Toriyama.

Desde hace más de tres décadas, Dragon Ball, de Akira Toriyama, ha cautivado a sus fanáticos con sus intensas batallas, transformaciones sorprendentes y el desarrollo continuo de sus personajes. Entre ellos, Vegeta, el orgulloso príncipe Saiyajin, ha sido uno de los más queridos. A lo largo de la serie, Vegeta ha demostrado una evolución constante, adquiriendo nuevas transformaciones y perfeccionando su poder. Sin embargo, una de sus formas más impresionantes, el Super Saiyajin God (SSG), nunca fue plenamente aprovechada en el anime, a pesar del entusiasmo de los fanáticos por verla en acción.

Vegeta en su mejor forma: La omisión más sorprendente del anime de ‘Dragon Ball’

El Super Saiyajinn God apareció por primera vez en la película Dragon Ball Z: La batalla de los dioses, en la que Goku fue quien logró esta transformación gracias a un ritual especial. Esta forma, que otorga acceso a un tipo de energía divina conocida como ki de los dioses, le permitió a Goku enfrentarse a Beerus, el Dios de la Destrucción. A diferencia de las transformaciones previas que se centraban en la fuerza bruta, el SSG ofrecía un enfoque más estratégico, con un aspecto físico más delgado y un aura rojiza.

Por su parte, Vegeta siguió un camino diferente para obtener el poder divino. En lugar de realizar el ritual, consiguió acceder al ki de los dioses mediante un arduo entrenamiento bajo la tutela de Whis, el asistente angelical de Beerus. Esta forma de obtener poder, basada en la autosuficiencia y el trabajo duro, reflejó la esencia del carácter de Vegeta: su independencia y su orgullo. Sin embargo, en el anime de Dragon Ball Super, Vegeta nunca llegó a utilizar la forma de Super Saiyajinn God, pasando directamente al Super Saiyajinn Blue, lo que dejó a muchos fanáticos desconcertados.

Curiosamente, en el manga de Dragon Ball Super, Vegeta sí usa la forma de Super Saiyan God en varias ocasiones. En estas apariciones, Vegeta utiliza el SSG de manera estratégica, ya que consume menos energía en comparación con el SSB, lo que le permite conservar fuerzas durante los combates más largos. Este enfoque táctico muestra cómo Vegeta ha evolucionado como luchador, priorizando la estrategia y la eficiencia sobre la fuerza bruta. La omisión del SSG en el anime privó a los fanáticos de ver una faceta más calculada y madura de Vegeta.

La decisión de no mostrar a Vegeta en su forma de Super Saiyajinn God en el anime ha generado muchas teorías entre los seguidores. Una posible razón es que, después de introducir el SSG en La batalla de los dioses, el enfoque se trasladó rápidamente al SSB como la cúspide del poder Saiyan. Al avanzar la serie y enfrentarse a nuevas amenazas como Golden Freezer o Goku Black, la narrativa parecía estar centrada en formas más poderosas, dejando poco espacio para explorar el SSG de Vegeta en pantalla.

La ausencia de la forma Super Saiyajinn God de Vegeta en el anime ha dividido a los fanáticos. Algunos agradecen la eficiencia narrativa al enfocarse en el Super Saiyajinn Blue y sus posteriores evoluciones, mientras que otros sienten que el salto del SSG a SSB le quitó a Vegeta una oportunidad para demostrar su crecimiento y maestría del ki divino. Sea como fuere, la inclusión de esta forma en el manga sigue siendo una de las decisiones más comentadas y debatidas entre los seguidores de la franquicia.

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