Con un presupuesto colosal y la ambición de revolucionar el cine, esta película prometía ser una adaptación épica de uno de los relatos más antiguos de la literatura inglesa. Sin embargo, fue un fracaso en crítica Y taquilla, quedando en el olvido.
Al igual que sus contemporáneos Steven Spielberg y Richard Donner, Robert Zemeckis es uno de los directores más influyentes que surgieron en la década de 1980, una época dorada para los blockbusters comerciales. Con títulos icónicos como Volver al futuro, Forrest Gump y ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Zemeckis se destacó por sus historias imaginativas, su habilidad para mezclar humor con efectos especiales innovadores y su uso inteligente de la música.
A lo largo de su trayectoria, Zemeckis ha manejado grandes presupuestos que le han permitido explorar nuevas tecnologías, como en El expreso polar, donde experimentó con la animación fotorrealista. Si bien estas innovaciones fueron audaces, no siempre fueron bien recibidas por la crítica o el público, lo que generó altibajos en su carrera. Y hay una película de acción y fantasía en particular que evidencia este fracaso de Zemeckis.
La película que prometía revolucionar el cine pero se hundió en el olvido
Beowulf fue una película de acción y fantasía que prometía ser una adaptación épica de uno de los poemas más antiguos de la literatura inglesa, pero terminó siendo un fracaso tanto en la crítica como en taquilla. Zemeckis utilizó técnicas innovadoras de animación por captura de movimiento, un estilo que en ese momento parecía revolucionario pero que no logró convencer del todo al público. Aunque el filme recaudó más de 196 millones de dólares a nivel mundial, su colosal presupuesto de 150 millones hizo que apenas cubriera costos, dejando poco margen para considerarlo un éxito.
La técnica de captura de movimiento buscaba dotar a los personajes de una apariencia hiperrealista que mezclara elementos de animación con actuaciones en acción real. Sin embargo, este estilo visual resultó ser una espada de doble filo. A pesar de contar con actores de renombre como Ray Winstone (Beowulf), Angelina Jolie (madre de Grendel) y Anthony Hopkins (Rey Hrothgar), las expresiones faciales y los movimientos de los personajes parecían un tanto rígidos y carentes de vida, lo que alienó a gran parte de la audiencia.
La historia de Beowulf sigue al legendario guerrero del mismo nombre que es llamado para liberar al reino de Dinamarca de una bestia llamada Grendel, que aterroriza a la población. Tras derrotar a Grendel, Beowulf debe enfrentarse a la madre del monstruo en una batalla que pone a prueba su valentía y su moral. La película explora temas de heroísmo, corrupción y el precio del poder, pero su ejecución no logró capturar del todo la intensidad de la épica original.
Aunque Beowulf tuvo algunos momentos visualmente impactantes y secuencias de acción impresionantes, la crítica señaló que la película carecía de alma. Las innovaciones tecnológicas no fueron suficientes para contrarrestar la falta de conexión emocional con los personajes, lo que dejó a la audiencia sintiendo que, a pesar de los millones invertidos, algo fundamental había fallado en la narrativa. La ambición de Zemeckis al intentar combinar lo clásico con lo futurista fue admirada, pero el resultado final quedó corto frente a las expectativas.