Una de las comedias más vulgares que nadie sabe por qué existe ya está disponible en Netflix
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Esta extraña y vergonzosa comedia vuelve a generar curiosidad por lo surreal y cuestionable de su existencia.

Desde El gran dictador de Charles Chaplin hasta Los excéntricos Tenenbaums de Wes Anderson, pasando por Manhattan de Woody Allen, existen comedias que logran marcar generaciones por su ingenio y gracia. No obstante, también están aquellas que parecen desafiar toda lógica en cuanto a su creación. Son películas tan absurdas y vergonzosas que uno se pregunta cómo lograron ver la luz del día.

A lo largo de los años, el cine ha sido testigo de este tipo de comedias que, a pesar de ser ridículas, encuentran su lugar en las plataformas de streaming, y a menudo se convierten en experiencias surrealistas para los espectadores. En este sentido, Netflix ha traído de vuelta una de las comedias más vulgares de los años 2000.

¿Quién pidió esto?: La comedia que nadie entiende por qué existe

Chiquito pero peligroso, dirigida por Keenen Ivory Wayans, la película pasó desapercibida por muchos, mientras que aquellos que sí la vieron quedaron perplejos ante su extravagante premisa y humor nefasto. Pero, ¿por qué sigue generando curiosidad? Quizás sea el morbo de enfrentarse a una cinta que desafía las normas básicas del buen gusto cinematográfico.

La película presenta la historia de Calvin "Babyface" Simms, un ladrón de joyas con enanismo que, tras un atraco fallido, decide hacerse pasar por un bebé para esconderse de la policía. Interpretado por Marlon Wayans, Calvin se infiltra en el hogar de una pareja recién casada, Darryl y Vanessa Edwards, quienes, sin sospechar que algo está mal, lo acogen pensando que es un bebé abandonado. La trama sigue a Calvin intentando robar a sus anfitriones, todo mientras mantiene su disfraz de bebé en medio de situaciones cada vez más absurdas.

El principal problema de la película no radica tanto en su trama descabellada, sino en el hecho de que intenta explotar chistes de bajo calibre una y otra vez. La idea de un adulto con enanismo haciéndose pasar por un bebé ya es difícil de digerir, pero los Wayans llevan este concepto al extremo, con escenas que rayan en lo incómodo y lo grotesco. El humor físico, los chistes inapropiados y los diálogos simplones son parte del sello de esta película, que, para muchos, fue un verdadero fracaso tanto en crítica como en taquilla.

No es sorprendente que Chiquito pero peligroso haya recibido una crítica tan negativa en su estreno. La cinta fue destrozada por los críticos, quienes no solo se mostraron ofendidos por su falta de ingenio, sino que la calificaron como una afrenta a lo que debería ser la comedia. Sin embargo, lo más interesante es que, a pesar de su mala recepción, sigue despertando curiosidad en quienes buscan reírse de lo absurdo o lo mal hecho.

A pesar de su mala reputación, algunos ven en Chiquito pero peligroso un sucesor espiritual de otra comedia bizarra de los Wayans: ¿...Y dónde están las rubias?. Aunque ambas películas fueron destrozadas, esta última logró mantenerse en el imaginario colectivo gracias a algunas escenas que, por absurdas que sean, tienen un valor nostálgico. Sin embargo, Chiquito pero peligroso no logra alcanzar ese estatus, siendo más bien una rareza que parece haber sido ideada por los mismos personajes delirantes de ¿...Y dónde están las rubias?

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