Aunque forma parte de la trama oficial, muy pocos conocen la historia detrás de este personaje.
Todos los fanáticos de Los Caballeros del Zodiaco tienen perfectamente identificada la misión de los Caballeros Dorados, de Plata y de Bronce: proteger a la Diosa Athena. Principalmente el último grupo es el más conocido dentro del universo creado por Masami Kurumada pues el anime de los años 80 comenzó presentando a estos guerreros, sus poderosas armaduras y su fuerza conocida como cosmos.
Seiya de Pegaso, Ikki de Fénix, Shun de Andrómeda, Shiryu de Dragón y Hyoga de Cisne son estos cinco Caballeros, o Santos, que conquistaron a toda una generación fanática de la animación, al grado que hasta se ofició una boda con esta temática. Sin embargo, existe un sexto joven que contaba con todas las características necesarias para formar parte de esta guardia celestial y aunque nunca fue llevado a la pantalla, su historia se conoce de forma oficial.
Salido exclusivamente de la novela Saint Seiya: Gigantomaquia tenemos a Mei, también conocido como el Santo de Berenice. Aunque esta trama fue escrita por Tatsuya Hamazaki, el proyecto estuvo bajo la supervisión de Kurumada, el creador original de Saint Seiya, y se publicó en agosto del 2002. En cuanto a la historia de Mei, se presenta como el verdadero heredero de Mitsumasa Kido, sin embargo toma la decisión de renunciar a todos los beneficios que esta posición le otorga para compartir el mismo destino que sus hermanos en el orfanato de la Fundación Graude.
Así pues, Mei se convierte en alumno de Deathmask de Cáncer con quien aprende a analizar problemas y pensar más allá de los tiempos. Aunque su rango es desconocido, lo más probable es que habría iniciado su historia junto a los demás Caballeros de Bronce pues comparte origen con ellos.
En cuanto a su apariencia, aunque nunca ha sido ilustrado de forma oficial es descrito así: "Es unos 10 centímetros más alto que Seiya y aparenta ser dos o tres años más viejo, tiene un tatuaje en el brazo y usa ropas desgarradas que podrían pertenecer a un chico de la calle. Su cabello largo y teñido de plateado está peinado para atrás, haciendo que su apariencia recuerde a la de un lobo".
También se sabe que porta la armadura de Cabellera de Berenice que se inspira en esta constelación ubicada al oeste de Leo. El cierre de la historia de Mei es tan heroico como habría de esperarse de un caballero de Bronce pues en Gigantomaquia se sacrifica para sellar a Typhon, Rey de los Gigantes, al interior del volcán Etna. ¿Ya conocías esta historia?