Además, la alusión a dicho suceso es una de las escenas más emblemáticas de la película que seguramente no has podido olvidar.
Dentro de la trágica historia de Titanic -contada por James Cameron-, tenemos un dramático romance entre una chica de alta alcurnia llamada Rose (Kate Winslet) y un chico pobre pero afortunado llamado Jack (Leonardo DiCaprio), quienes viven un amor apasionado pero desafortunadamente efímero abordo del gigantesco navío comercial que se hundió en las frías aguas de Atlántico la noche del 14 de abril de 1912.
Sin embargo, en torno a ellos vemos guiños y personajes que ligan los acontecimientos de este amor, a los que se vivieron en la vida real cuando el RMS Titanic se estrelló contra un iceberg y puso en riesgo la vida de sus 2 mil 224 pasajeros.
Además de los icónicos músicos que retrata Cameron en la cinta y que sí existieron abordo del navío real, tenemos que otras personas y decenas de historias de historias de diversos tripulantes son mostradas en la película, gracias a la meticulosa labor de James Cameron por recuperar todas las crónicas posibles sobre la catástrofe.
Una de ellas es la de la camarera Violet Jessop, quien abordó el barco a los 25 años de edad tras ser reasignada de su trabajo anterior en el RMS Olympic para ser puesta al servicio de los comensales.
Aunque en su historia profesional ya había sufrido de otros accidentes abordo de los barcos, esto no le impidió seguir trabajando en ellos y la noche en que el Titanic colapsó, ella ayudó a los pasajeros a subir a los barcos salvavidas y mantener el orden y control.
Además, se cree que James Cameron hizo diferentes referencias a ella a lo largo de la cinta -pese a que el director no lo ha confirmado- como cuando vemos al personaje de Thomas Andrew (interpretado por Victor Garber) darle un chaleco salvavidas a una camarera, y una más cuando vemos a una mujer con un bebé subir a un barco salvavidas.
Y es que en la vida real, Jessop logró subir a un bote salvavidas con un bebé y fue rescatada por el RMS Carpathia, que la llevó a Nueva York donde retomó su vida manteniendo su mismo tipo de trabajo. Se sabe que luego trabajó para la Cruz Roja Británica, y más concretamente en el barco hospital Britannic, que fue conocido como “el hermano pequeño del Olympic y del Titanic”. Aunque el barco se hundió tras detonar una mina naval, Jessop anotó un tercer naufragio a su lista y sobrevivió hasta 1971.