Este épico drama de crimen, aclamado por la crítica, es una joya del cine contemporáneo, pero su extensa duración y su ritmo pausado lo convierten en un desafío para algunos espectadores.
Robert De Niro es sin duda uno de los actores más emblemáticos de la historia del cine. Su capacidad para interpretar personajes complejos y su compromiso con cada papel lo han convertido en una leyenda viva. A lo largo de su carrera, ha colaborado con algunos de los más grandes directores, incluyendo Sergio Leone (Érase una vez en América), Michael Mann (Heat: Fuego contra fuego) y Michael Cimino (El francotirador).
Pero su relación con Martin Scorsese es especialmente notable. Juntos han creado algunas de las películas más influyentes del cine, desde Taxi Driver, donde De Niro interpreta a Travis Bickle, un perturbado taxista en una violenta cruzada contra la corrupción, hasta Los asesinos de la luna, donde da vida a William Hale, un manipulador hombre de poder involucrado en los asesinatos de la nación Osage en busca de riqueza.
Es su capacidad para interpretar personajes introspectivos y cargados de emociones lo que lo distingue, y su colaboración con Scorsese en El irlandés es un ejemplo más de su genialidad. Estrenada en Netflix en 2019, fue una de las películas más esperadas de aquel año, no solo por su duración de 3.5 horas, sino también por reunir a De Niro con otros grandes actores como Al Pacino y Joe Pesci.
‘El irlandés’ desafía a los espectadores por su extensa duración
Basada en el libro I Heard You Paint Houses de Charles Brandt, la trama de El irlandés se desarrolla en tres tiempos narrativos distintos, con flashbacks que llevan al espectador desde la vejez de Frank en una residencia de ancianos hasta sus días como conductor de camiones y su ascenso en el mundo del crimen organizado. Este enfoque narrativo permite a Scorsese explorar no solo la historia personal de Frank, sino también temas universales como la lealtad, la traición y el arrepentimiento.
Uno de los aspectos más destacados de la película es el uso de tecnología para rejuvenecer a los actores, lo que permitió a De Niro, Pesci y Pacino interpretar a sus personajes en diferentes etapas de sus vidas. Esta técnica, aunque polémica para algunos críticos, le dio a la película una calidad visual única que complementa la maestría narrativa de Scorsese.
A pesar de su extensa duración, muchos espectadores encuentran que El irlandés es una película que se disfruta mejor en casa, donde se puede pausar y reflexionar sobre las complejas relaciones entre los personajes y los dilemas morales que enfrentan. De hecho, algunos críticos, como Richard Brody del New York Times, han señalado que verla en Netflix, con la posibilidad de detenerse en momentos clave, permite apreciar aún más la sutileza del guión y las interpretaciones.