Hoy en Netflix y Disney+: La verdadera edad de Marinette en 'Las aventuras de Ladybug'
Jessica Campos
-Redactora
Algunas de mis películas favoritas son 'Birdman', 'Begginers' y 'L'âge atomique'. El cine de terror me da miedo, me gustan los comics, y mis géneros favoritos son la fantasía y la animación. Estudié Comunicación en la UNAM y algún día terminaré la carrera de Historia en la FFyL.

Te revelamos los secretos de uno de los personajes más populares de la serie.

Como todos sabemos, Las aventuras de Ladybug es una serie animada que ha conquistado a espectadores de todas las edades alrededor del mundo. Está ambientada en París y su trama se centra en Marinette Dupain-Cheng, una adolescente aparentemente común, que esconde un gran secreto: cuando París está en peligro, ella se transforma en la superheroína Ladybug que junto a Cat Noir, lucha contra los villanos creados por Hawk Moth.

Al inicio de la serie, Marinette tiene 14 años y cursa la secundaria. Es una chica dulce, creativa y algo torpe, sobre todo cuando se trata de su amor platónico, Adrien Agreste, quien también resulta ser su compañero en la lucha contra el mal bajo la identidad secreta de Cat Noir. A este momento, la dinámica entre ambos personajes es una en la que ninguno sabe la verdadera identidad del otro, y así tenemos una capa de emoción y tensión a la historia.

A lo largo de las primeras temporadas, vemos cómo Marinette lidia con las responsabilidades de ser una estudiante adolescente normal, con sus sueños y problemas, mientras equilibra su vida secreta como Ladybug. Cuando cumple 15 años, su madurez comienza a notarse: enfrenta con más decisión las dificultades que surgen tanto en su vida cotidiana como en su rol de protectora de París.

En 2020, Marinette cumpliría 19 años, y en sus 5 temporadas vemos la gran evolución del personaje. Ya que en su vida diaria ella es una adolescente común que asiste al colegio y disfruta del tiempo con sus amigos Alya y Nino, también la vemos aspirar a ser una gran diseñadora de moda a la par que enfrenta los típicos desafíos de la adolescencia, como los nervios por hablar con su crush y las dificultades de equilibrar sus obligaciones.

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