¿Las escaleras de la línea 7 o las del transbordo entre la línea 1 y 12 en la estación Ermita? Esto se decidió.
La película de Joker y su secuela, Joker: Folie a Deux, han causado sensación y polémica entre los fans del personaje y de los comics. Sin embargo la gran parte de los comentarios en torno a estas cintas es una larga comparación entre qué versión es mejor. Y es que después del gran éxito que recibió la primera parte de esta historia, lo cierto es que las expectativas para su continuación eran altas.
Recordando lo que sucede en Joker, tenemos la historia de Arthur Fleck interpretado por Joaquin Phoenix, quien es un hombre claramente perturbado y afectado por las heridas de su pasado, y que no logra triunfar en ninguno de los ámbitos de su vida. Tras enfrentar una profunda soledad, un vínculo caótico y extraño con su madre, y sentirse constantemente marginado y golpeado por su sociedad, Fleck deja su medicación, sus terapias psicológicas y da pie a un desenfrenado arrebato de impulsos en los que por fin se revela como El Joker.
En esta revelación, asesina a un presentador de televisión que se burla de su talento y después forma parte de una revolución en la que su extraño comportamiento pasa a ser absorbido por la sociedad para luego descubrirse a sí mismo como una especia de Mesías y hombre poderoso que por fin logró franquear los límites de su propia existencia. Por lo tanto, entre estas escenas de liberación y emoción, tenemos el performance de Arthur Fleck como Joker danzando al ritmo de Rock n' Roll part II en unas escaleras de Ciudad Gótica antes de ser arrestado por la policía.
Tras el estreno de la película, dicha secuencia fue repetida por centenares de fans en todo el mundo y editada en miles de memes que comenzaron a circular en la web. Incluso hubo quienes tomaron este baile como fuente de inspiración y jugaron con las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México para ver bailando al Guasón.
Las escaleras que se eligieron para editar la secuencia del baile fueron las de la Línea 7 o Naranja del metro, que corre de Barranca del Muerto a Rosario y es una de las más profundas y con más fallas de la ciudad. Así quedó el resultado.