Este hombre de 80 años rejuveneció con el paso del tiempo antes de 'La Sustancia' y puedes verlo en Amazon Prime Video
Interesado en las religiones del mundo y especialista en arte sacro medieval, mis géneros favoritos son las épicas de fantasía al estilo 'El señor de los anillos', 'Valhalla Rising' y 'El caballero verde', así como el terror religioso de 'El exorcista', 'Saint Maud' y '30 monedas'.

Esta película elige los terrenos de la fantasía, y no del horror corporal, para desafiar las nociones tradicionales de la edad, la mortalidad, la juventud y la vejez, todos estos conceptos ligados inevitablemente al paso del tiempo.

La sustancia, que todavía puedes ver en Cinépolis, Cinemex y Cineteca Nacional, es la más reciente película protagonizada por Demi Moore, donde interpreta a Elisabeth Sparkle, una actriz de 50 años que, tras ser informada por su jefe que su carrera ha terminado debido a su edad, decide recurrir a un tratamiento experimental. Esta sustancia no probada promete hacerla más joven y mejorar su versión física, introduciendo a la protagonista en un oscuro mundo de riesgos y transformaciones en su desesperada búsqueda por recuperar su antigua gloria.

Si bien La sustancia, dirigida por Coralie Fargeat, toca la temática de la juventud y el envejecimiento desde una perspectiva inquietante y moderna, no es la primera vez que el cine explora la relación entre el paso del tiempo y la búsqueda de la juventud. Hace unos años, otro director de renombre se adentró en un tema similar, utilizando la fantasía en lugar del body horror como vehículo para hablar del envejecimiento de manera opuesta: el rejuvenecimiento de un hombre que, en lugar de envejecer, nace viejo y se vuelve más joven con el tiempo.

De la vejez a la juventud: La visión única de David Fincher

David Fincher, aclamado por obras como Zodiaco y Red social, tiene una película en su filmografía que, aunque bien recibida en su momento, ha quedado algo olvidada con el paso del tiempo: El curioso caso de Benjamin Button. A pesar de haber sido elogiada y haber recibido varias nominaciones a premios importantes, esta película (disponible en Amazon Prime Video) ha pasado a ser una de las menos recordadas del director, en parte debido a que no tiene el impacto de otras obras suyas como Se7en o El club de la pelea.

La película está basada en una historia corta de F. Scott Fitzgerald, publicada en 1922, y sigue la vida de Benjamin Button, interpretado por Brad Pitt, un hombre que nace con la apariencia y los achaques de un anciano y que, a lo largo de los años, comienza a rejuvenecer en lugar de envejecer. En el transcurso de su vida, Benjamin conoce a Daisy Fuller, una bailarina interpretada por Cate Blanchett, con quien eventualmente inicia una relación condenada a ser breve debido a la extraña naturaleza de su condición.

A pesar de que su premisa pueda sonar sentimental, Fincher logra abordar temas profundos como la mortalidad, el paso del tiempo y las conexiones humanas frente a la inevitable tragedia, todo sin caer en el melodrama. Aunque Fincher es conocido por su enfoque crudo y sin adornos, su dirección en Benjamin Button evita que la película se convierta en una simple historia de romance fantástico. En su lugar, utiliza la peculiaridad de Benjamin para reflexionar sobre lo efímero de la vida y las complejidades del amor.

El curioso caso de Benjamin Button destaca como una de las obras visualmente más impresionantes de Fincher. Aunque algunos de los efectos especiales utilizados para rejuvenecer a Pitt en las primeras escenas han envejecido un poco, la película sigue ofreciendo algunas de las imágenes más impactantes de su carrera, gracias a la cinematografía de Claudio Miranda. Momentos como la escena en la que Daisy baila bajo la luz de la luna en un oscuro y nebuloso gazebo son testimonio del talento visual de Fincher.

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