Acción, comedia y hasta algunos toques de suspenso... esta cinta lo tiene todo para pasar un rato muy agradable en familia.
Es increíble la cantidad de contenido que Netflix nos puede ofrecer y lo variado que su catálogo llega a ser. Dándole visibilidad a producciones de cada rincón del mundo, el gigante del streaming ha sido un elemento vital para catapultar series y películas provenientes de todas las naciones. Para ejemplos recientes de ello, tenemos casos como los de RRR, El juego del calamar, El hoyo, Sin novedad en el frente o Accidente.
Debido a ello, el día de hoy profundizaremos en una llamativa cinta sueca, que de un momento a otro ha llegado para consolidarse como una de las producciones más vistas de Netflix. Mientras que la también recién estrenada Miss Peregrine y los niños peculiares ocupa el puesto número uno en el Top 10 de lo más reproducido, en la segunda posición se encuentra esta película dirigida por Jon Holmberg.
Tratándose de un filme de acción con espléndidos toques de comedia, Problemas... se ha convertido en toda una sensación, apenas 24 horas después de haberse estrenado. El argumento sigue la historia de Conny, un hombre un poco torpe que lleva una tranquila vida trabajando como vendedor, a la vez que intenta pasar tiempo de calidad con la hija que tuvo en su fallido matrimonio.
No obstante, su rutina da un drástico giro cuando se le declara culpable por un crimen que no cometió, lo que genera que termine preso. En un intento desesperado por demostrar su inocencia, terminará envuelto en un mar de problemas con policías corruptos y complots criminales. Problemas... cuenta con las actuaciones de Filip Berg, Amy Deasismont y Eva Melander, y con tan solo una hora y 38 minutos de duración, se trata de una cinta que ha cautivado por completo a la audiencia.
Como dato adicional, y para todos aquellos que no lo sepan, Problemas... no es una película original, pues en realidad se trata de un remake del largometraje sueco de 1988 del mismo nombre (Strul, por su título original), dirigido por Jonas Frick, y escrito por Bengt Palmers y Björn Skifs.