En alguna ocasión, la mente detrás de esta legendaria cinta reveló que, si nunca hubiera visto 'Star Wars', probablemente jamás se habría atrevido a iniciar uno de los largometrajes más representativos del cine.
Si algo siempre ocurre dentro del séptimo arte es que las buenas historias inspiran a otros a crear grandes series y películas. Desde las referencias a Jurassic Park de Steven Spielberg y El resplandor de Stanley Kubrick en Toy Story, o El cisne negro replicando algunas escenas de anime de Perfect Blue, en el cine han habido muchas muestras en el cine y la televisión del inmenso poder de una producción para generar otra.
De hecho, así fue como una de las películas más famosas de ciencia ficción contribuyó en gran medida para crear una de las más obras más emblemáticas dentro del mismo género. En alguna ocasión, la mente detrás de esta legendaria cinta reveló que, si nunca hubiera visto Star Wars, probablemente jamás se habría puesto manos a la obra para iniciar uno de los largometrajes más representativos del cine. El legado de este título tan grande que, a la fecha, la historia de esta película continúa vigente en cines.
Según recordó Ridley Scott, él se quedó sin palabras al ver cómo el público era llevado al universo de George Lucas, ubicado en una galaxia muy, muy lejana. Sin La guerra de las galaxias, el terrible relato donde habitan los sangrientos xenomorfos asesinos no habría sido posible sin la intervención de los Jedi y los Sith. Gracias a que el británico vio el impresionante espectáculo que fue Star Wars fue que pudo concebir Alien: El octavo pasajero.
"Nunca había visto algo así, esta sensación de excitación masiva, antes y durante. Fue palpable", dijo alguna vez el también director de Duna y Duna: Parte dos acerca de las emociones que experimentó al ver la travesía de Luke Skywalker y Han Solo por primera vez en su vida. "Me quedé atónito. Star Wars me cambió por completo el cerebro. Tanto es así que cuando salí del cine me dije: ¡Las cosas están cambiando! ¡Es hora de ponerse a trabajar!'", fue lo que pasó por la cabeza de Scott después de ver los espectaculares efectos especiales de la cinta.
Lo mejor fue que la inspiración llevó a Ridley a aceptar el proyecto de Alien: El octavo pasajero cuando le fue ofrecido justo seis semanas después de haber presenciado Star Wars y el resto es historia: a la fecha, la franquicia de Alien se mantiene en las preferencias del público. Combinando el terror con la ciencia ficción, la saga alguna vez protagonizada por Sigourney Weaver regresó hace un par de semanas a las salas de cine con Alien: Romulus. Dirigida por Fede Álvarez, la séptima película de Alien fue todo un éxito, recaudando más de 347 millones de dólares alrededor del mundo, algo que no se hubiera logrado si Star Wars nunca se hubiera cruzado en la vida de Scott.