El aclamado cineasta compartió su punto de vista sobre este modelo de entretenimiento que, según su opinión, hace del cine algo mucho menos memorable.
Este fin de semana estrenó Megalopolis en cines de Estados Unidos, la nueva película de Francis Ford Coppola que es el proyecto más ambicioso y costoso de la carrera de este cineasta. La película del consagrado director debutó con una ganancia de 1.8 millones de dólares en su primer día contra un presupuesto que asciende a los 120 millones, según reporta Discussing Film.
Del costo de producción total de este trabajo, gran parte fue aportado por el mismo director de El Padrino pues es un trabajo que ha gestado desde hace 40 años con el objetivo total de que sea exhibido en cines. Ahora que finalmente los personajes de Adam Driver, Nathalie Emmanuel, Giancarlo Esposito y más han sido conocidos por el público el cineasta ha abordado la importancia de disfrutar del cine en una pantalla grande exponiendo que el formato de estreno en streaming lo que realmente hace es reducir la experiencia cinematográfica.
En una entrevista con el medio Discussing Film, Coppola expresó su insatisfacción con el fenómeno del streaming describiéndolo como "una frase tonta" argumentando que lo que se vende con ese nombre desde antes se conocía con el concepto de video en casa solo que ahora la prioridad es generar dinero a través de suscripciones sobre la finalidad artística del cine. Fue así como el también encargado de Apocalypse Now declaró que este es un enfoque de negocio "anti-arte" que pierde el objetivo principal de cualquier película: generar una experiencia que se quede con el espectador.
"Es mejor que la gente vaya a un cine real y vean la película con 300 personas", dijo y aunque está de acuerdo con que se puede volver a ver en casa a través de uno de estos catálogos o comprando la película en formato DVD es imposible que ver por primera vez una cinta en casa brinde una experiencia memorable. "Todavía recuerdo haber ido a ver El puente sobre el Río Kwai o Lawrence de Arabia, nunca lo voy a olvidar y no puedes tener esa experiencia desde la sala de tu casa", concluyó.
Este comentario apoya la ideología del director quien no sólo apostó por encontrar los medios necesarios para llevar Megalopolis a la gran pantalla, sino que tal como lo hizo en su estreno en el Festival de Cannes, encontró la manera de replicar un diálogo entre una persona parada frente a la pantalla de cine y el personaje de Driver en algunos cines estadounidenses.
Hasta ahora, la cinta ha conseguido calificaciones bajas pues tiene un 49% de aprobación por parte de la crítica en Rotten Tomatoes y apenas un 40% por parte de la audiencia. Aun así, la película ya comienza a ser tendencia en redes sociales especialmente X donde los usuarios mencionan que puede ser una propuesta "grandiosa, incoherente, ambiciosa e indulgente, pero completamente inolvidable".
Megalopolis se describe como una fábula épica romana ambientada en una América moderna y reimaginada. La ciudad de Nueva Roma debe cambiar, lo que provoca un conflicto entre César Catilina (Driver), un genio artista que busca saltar hacia un futuro utópico e idealista, y su opositor, el alcalde Franklyn Cicero (Esposito), quien sigue comprometido con un statu quo establecido que perpetúa la codicia, los intereses particulares y la guerra partidista. Dividida entre ellos está Julia Cicero (Emmanuel), la hija del alcalde, cuyo amor por César le hace cuestionar su lealtad y la orilla a descubrir sus propios ideales sobre la humanidad.