A una semana de su estreno en cines, la cinta ha comenzado a ser retirada de una gran cantidad de salas debido a la baja venta de boletos.
Vivimos en una época en la que los grandes estudios constantemente se ven inmersos en aprietos, pues las audiencias modernas ya no se dejan sorprender con cualquier cosa, además de que el público ha demostrado estar cansado de tantos reboots, precuelas, secuelas y spin-offs. Para ejemplos recientes de ello, tenemos los casos de Furiosa y Ghostbusters: Apocalipsis fantasma.
Mientras que también han habido excepciones, como lo fueron Deadpool & Wolverine, Intensamente 2 o Duna 2, los espectadores son cada vez más exigentes con las películas que llegan a cines, y es debido a ello que hoy en día es más fácil que un blockbuster termine fracasando, que teniendo éxito. La gente quiere ver cosas originales y bien hechas, y eso es algo que cada vez se refleja más en las taquillas.
Si bien durante el transcurso del año han habido estrepitosos fracasos taquilleros, tal vez ninguno se compare con el que la nueva película de Hellboy está viviendo en estos momentos. Estrenada en nuestro país apenas la semana pasada, Hellboy: The Crooked Man tiene los días contados en la gran pantalla, no solo en México, sino en todo el mundo.
Con una recaudación mundial que a duras penas llegó a 880,000 dólares y un primer fin de semana en el que solo generó 200,000 dólares, Hellboy: The Crooked Man ya está siendo retirada de muchas salas de cines internacionales, mientras que en Estados Unidos la película ni siquiera será estrenada en la gran pantalla y se lanzará directo a plataformas digitales.
Aunado a las pésimas críticas que ha recibido la cinta dirigida por Brian Taylor y protagonizada por Jack Kesy, desde estos momentos podemos decir que esta nueva entrega de Hellboy sin duda es una de las mayores decepciones del año. Y a pesar de que se notaba que sería un filme con un muy bajo presupuesto, el hecho de tener a Mike Mignola (creador del personaje) como co-guionista del proyecto, daba un poco de esperanza con que los resultados pudieran ser mejores; tristemente no fue así.