¿Qué tanto han cambiado los hermanos Erik y Lyle Menendez tras entrar a prisión? El asesinato de sus padres los orilló a pasar toda su vida en la cárcel y así es como lucen en la actualidad.
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez ha hundido a millones de espectadores en uno de los casos de homicidio más polémicos de los años 90, a la par de la popularidad de O.J. Simpson. El crimen por el que el exfutbolista de americano fue el principal sospechoso llegó a la televisión en American Crime Story, pero ahora fue turno que sus compañeros de celda tuvieran su propia miniserie en Netflix.
Las personas interpretadas por Nicholas Alexander Chavez y Copper Koch tenían 19 y 21 años cuando cometieron el asesinato de José (Javier Bardem) y Kitty Menendez (Chloë Sevigny), por lo que tras ser declarados culpables y sentenciados a un extenso número de años en prisión, ambos hermanos han pasado toda su juventud y adultez reclutados en la cárcel.
A lo largo de la serie de Ryan Murphy se ha mostrado cómo uno de ellos comenzó a mostrar los efectos del estrés y abuso psicológico a través de la pérdida de cabello, además de lidiar con su trauma infantil con su hermano, lo cual despertó sospechas y rumores entre la sociedad y los asistentes del juicio. Han pasado casi tres décadas desde que entraron definitivamente a prisión, pero ¿cómo lucen ahora?
Erik y Lyle Menendez en la actualidad superan los 50 años de edad, pero en realidad su aspecto físico no ha cambiado considerablemente, con la excepción de la cabellera de Lyle quien ha sufrido de ese problema desde que sus padres estaban vivos. La imagen a continuación fue tomada en enero y mayo de 2023, que es una de las más recientes en compartirse de los sentenciados.
La selección de los actores que los interpretaron en Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez ha desatado la controversia en redes sociales, pues los espectadores aseguran que Murphy, también creador de American Horror Story, solo seleccionó a dichos intérpretes por su atractivo y para satisfacer su fantasía de hacerlos besar en pantalla; un hecho que se ha criticado bastante desde su estreno el pasado 19 de septiembre en Netflix.