Morgoth y Sauron destacan como los más grandes villanos. Ambos llevaron a la Tierra Media al borde de la destrucción en diferentes épocas. Pero la pregunta que ha intrigado a los fans es: ¿cuál de estos señores oscuros es realmente el más poderoso?
El universo de J.R.R. Tolkien presenta a menudo a héroes inesperados enfrentándose a enemigos imponentes, como Frodo (Elijah Wood) o Bilbo (Martin Freeman), que deben combatir a figuras terroríficas como Saruman (Christopher Lee), Shelob (Pollyanna McIntosh) o Smaug (Benedict Cumberbatch).
Entre los villanos más poderosos de la mitología de la Tierra Media destacan dos figuras imponentes: Morgoth y Sauron. Ambos son Ainur, espíritus angelicales que existían antes de la creación misma del universo físico, y encarnan el mal en diferentes épocas. Si bien comparten la misma esencia malvada, la pregunta persiste: ¿Quién es más poderoso?
La batalla definitiva: ¿Quién es más poderoso, Morgoth o Sauron?
Aunque tanto Morgoth como Sauron son fuerzas de destrucción, El Silmarillion establece una diferencia clave entre ellos. Mientras que Sauron sirvió a Morgoth como su principal teniente, Morgoth nunca sirvió a nadie. Tras la caída de Morgoth al final de la Primera Edad, Sauron asumió el papel de Señor Oscuro. A pesar de que Sauron fue una amenaza aterradora en la Segunda y Tercera Edades, los textos sugieren que Morgoth siempre fue el más poderoso de los dos.
A pesar de su inmenso poder, tanto Morgoth como Sauron enfrentan una limitación importante: no pueden crear nada verdaderamente nuevo. Solo pueden corromper o arruinar lo que ya existe. En El retorno del rey, Frodo menciona que "la sombra que los creó solo puede burlarse, no puede crear cosas nuevas". Este detalle subraya la naturaleza destructiva, pero no creadora, de estos villanos, una característica central en su naturaleza maligna.
A pesar de esta limitación, Morgoth y Sauron lograron moldear el destino de la Tierra Media. Morgoth, conocido originalmente como Melkor, fue el primer y más poderoso de los Valar. Antes de su caída, poseía vastos conocimientos y poderes, los cuales usó para corromper y destruir. Levantó montañas, diseñó a los dragones y orcos, y luchó contra sus iguales, los otros Valar. Su poder sobre la tierra misma fue monumental, dominando vastas extensiones del mundo durante siglos.
Morgoth fue capaz de conquistar casi toda la Tierra Media antes de ser derrotado por los Valar y sus aliados al final de la Primera Edad. Aunque fue desterrado al Vacío Intemporal, su poder e influencia sobre el mundo perduraron, y su legado de maldad continuó a través de sus creaciones y siervos, como Sauron. En Los hijos de Húrin, Morgoth declara: "Soy el Rey Mayor: Melkor, el primero y el más poderoso de los Valar, que existió antes del mundo, y lo hizo".
Sauron, por otro lado, ascendió al poder tras la caída de Morgoth. Antes de su corrupción, fue aprendiz del Valar Aulë, lo que le otorgó habilidades de manipulación y creación que luego usaría para fines oscuros. Si bien nunca alcanzó el poder cósmico de Morgoth, Sauron mostró una gran astucia. Su creación de los Anillos de Poder fue su movimiento más significativo, usándolos para someter a los pueblos libres de la Tierra Media.
No obstante, cuando se observa en retrospectiva, Sauron nunca alcanzó los niveles de destrucción y dominio global de su maestro. Mientras Morgoth comandaba ejércitos de balrogs y deformaba continentes, Sauron nunca logró controlar completamente ni siquiera a un solo balrog. Además, a lo largo del tiempo, ambos villanos vieron cómo sus poderes disminuían. Ambos vertieron tanto de su poder en sus obras y siervos que, al final, se debilitaron.