Es uno de los mejores dramas de Netflix y su historia es tan escalofriante que no te dejará dormir.
Netflix tiene una nueva película en su catálogo que nos presenta un thriller sumamente tenso, inspirado en una historia de secuestro que ocurrió en la vida real. Dirigida por el sueco Fares Fares, quien también protagoniza la película, este drama está cargado de emociones que explora la desesperación, los límites del amor y las consecuencias de las decisiones impulsivas.
La trama sigue la historia de Artan, un hombre desesperado por recuperar a su familia tras su separación. Con la esperanza de volver a ver a su hija, Artan toma una decisión drástica: armado, irrumpe en el centro médico donde trabaja su exesposa, Louise, para secuestrarla. Así, lo que comienza como una situación de reencuentro familiar, se convierte rápidamente en un tenso secuestro en el que la pareja recorre el país bajo la supervisión de la policía, que intenta mediar entre las emociones intensas y la violencia.
Así, a medida que se desarrolla la historia, Un día y medio retrata las dificultades de Artan y Louise para superar su conflicto personal y legal, mientras que el espectador es testigo de una relación quebrada por el dolor y la frustración. Con esto, cada minuto que pasa, la situación se vuelve más insostenible, poniendo a prueba las esperanzas de Artan por una reconciliación.
Ahora bien, más allá del thriller típico de secuestro, Un día y medio también se centra en la psicología de los personajes para mostrarnos una historia donde no solo vemos una carrera contra el tiempo para las autoridades que intentan detener el secuestro, sino una profunda reflexión sobre los errores que pueden llevar a una situación límite y a una familia al desastre.
Por otra parte, Fares Fares, quien además de dirigir interpreta al negociador policial encargado del caso, ofrece una actuación súbitamente conmovedora. Con esto, la historia resulta perfecta para una noche de películas en las que a través del dolor y la resiliencia podamos ver una catarsis de la angustia por aquello que fue nuestro, pero por esta vez se fue.