Con su reciente participación en ‘Beetlejuice 2’ de Tim Burton y su impactante rol en ‘Irreversible’, la actriz italiana reflexiona sobre cuál de estos papeles la ha llevado a explorar más allá de los límites de su propia audacia actoral.
Monica Bellucci es una de las actrices más icónicas del cine internacional, conocida por su magnetismo y belleza, pero sobre todo por su capacidad de interpretar personajes complejos y desafiantes. A lo largo de su carrera, ha trabajado en películas memorables como Malèna, del aclamado Giuseppe Tornatore, donde dio vida a una mujer atrapada en las expectativas de una sociedad moralista, y Drácula de Bram Stoker, dirigida por Francis Ford Coppola, donde encarnó a una de las novias del conde.
Del drama crudo a la comedia macabra: Los extremos del talento de Monica Bellucci
Sus papeles en películas como Matrix Reloaded, El pacto de los lobos e Irreversible demuestran su habilidad para moverse entre la ciencia ficción, el drama y el thriller con igual destreza. Además, Bellucci ha construido una carrera que desafía las expectativas de la industria cinematográfica, rechazando los estereotipos tradicionales asociados a la belleza femenina. En La pasión de Cristo, dirigida por Mel Gibson, interpretó a María Magdalena, mostrando una vez más su versatilidad y capacidad para transmitir emociones profundas y complejas.
La historia de amor de Bellucci y Tim Burton ha dado lugar a una colaboración que muchos fanáticos del cine no sabían que necesitaban. En Beetlejuice 2, la actriz interpreta un papel que, según ha revelado en entrevistas para Deadline y The Hollywood Reporter, le ha permitido explorar facetas que nunca antes había experimentado en su carrera. Trabajar bajo la dirección del icónico cineasta le ha dado la oportunidad de sumergirse en el excéntrico universo de surrealismo, fantasía y humor macabro.
Sin embargo, su papel más atrevido y desafiante ocurrió hace casi una década, cuando Monica Bellucci fue elegida para interpretar a Donna Lucia Sciarra en Spectre. Esta participación sorprendió a muchos, incluido el propio público de James Bond. Con 50 años, Bellucci se convirtió en la “Bond Woman” de mayor edad, eclipsando el récord anterior de Honor Blackman en Goldfinger. Lejos de interpretar a la tradicional "chica Bond", Bellucci encarnó a una mujer madura que, aunque aparecía brevemente, tuvo un impacto notable en la narrativa de la película.
Bellucci, en entrevista con Vanity Fair, ha hablado abiertamente sobre la importancia de su papel en Spectre, destacando lo revolucionario que fue que una mujer de su edad estuviera tan cerca de James Bond, interpretado por Daniel Craig, quien es más joven que ella. Para la actriz, esto representa un cambio en la forma en que la sociedad y el cine ven a las mujeres maduras, especialmente en géneros como el de acción, tradicionalmente dominados por jóvenes.
El casting de Bellucci en la película de Sam Mendes no estuvo exento de controversia. Algunos se sorprendieron de que una actriz de 50 años fuera seleccionada, a pesar de que en el pasado la franquicia había emparejado a un Roger Moore de 57 años con Tanya Roberts, de 35, en A View to a Kill. Sin embargo, Spectre no solo mostró la madurez de Bellucci como actriz, sino también la capacidad de la franquicia para adaptarse a los tiempos modernos, desafiando las normas de género y edad.