Si prestas la suficiente atención a determinados momentos de la película, podrás cachar estos pequeños "easter eggs" ocultos.
Beetlejuice Beetlejuice finalmente ha llegado a los cines del mundo, siendo uno de los estrenos más esperados del año. Esto es algo que se ha visto reflejado en taquilla desde el día 1, con una recaudación que, al momento en el que esta nota es publicada, ya rebasa los 162 millones de dólares. Sin lugar a dudas, la nostalgia es algo que vende muy bien en Hollywood.
En esta segunda entrega del simpático bioexorcista, Tim Burton logró traer de vuelta a Michael Keaton, Winona Ryder y Catherine O’Hara, después de 36 años. A su vez, también sumó a Monica Bellucci, Willem Dafoe, Justin Theroux y Jenna Ortega a su elenco, siendo esta última la actriz que ha atraído a miles de fans nuevos, gracias al éxito que Merlina tuvo en Netflix hace dos años.
Jenna Ortega, nacida en 2002, indudablemente es una de las actrices más queridas y populares de la actualidad, y a pesar de su corta trayectoria, ya ha dejado una huella imborrable en el Hollywood moderno. Para muchos, Jenna ya es un auténtico ícono del terror y de la cultura gótica, gracias a sus dos proyectos más populares (hasta antes de Beetlejuice 2): Merlina y Scream.
Como dato curioso, en Beetlejuice Beetlejuice tenemos dos pequeños guiños discretos a ambas producciones encabezadas por Jenna, que solo los más fans podrán descubrir de inmediato. En primer lugar, durante el segundo acto de la película, el personaje de Astrid Deetz habla sobre los disfraces que solía usar en Halloween cuando era pequeña, mencionando que en segundo grado se vistió de la pintura “El grito”, de Edvard Munch. ¿Y en qué pintura está basado el personaje de Ghostface, de la saga de Scream? Exacto, en “El grito”.
Por su parte, en el tercer acto del filme, al inicio de la secuencia de la boda entre Beetlejuice y Lydia, la iglesia se encuentra llena de gente desconocida. Mientras que el personaje de Winona Ryder pregunta quiénes son todas esas personas, Rory (Justin Theroux) responde que son influencers con millones de seguidores, y que entre ellos se encuentra un ejecutivo de Netflix. Acto seguido, Astrid (Jenna Ortega) chasquea los dedos en su cara para que no se distraiga.
Si bien este podría ser un guiño accidental a Merlina, no deja de ser muy curioso que de la nada se haga mención a Netflix, solo para que inmediatamente después Jenna truene los dedos al más puro estilo de Los Locos Addams. ¿Tú qué opinas? ¿Acaso fue esta una referencia planeada de forma muy sutil o solo es una simple coincidencia?