Antes de que ‘Beetlejuice’ lo catapultara a la fama, Tim Burton ya mostraba su estilo gótico y surrealista. En 1983, junto a Disney, creó una versión sombría de un clásico relato que fue considerado demasiado aterrador para su audiencia infantil.
Cuando se habla de Tim Burton, muchos piensan en sus obras más icónicas, como El extraño mundo de Jack, El joven manos de tijera o Beetlejuice. La relación de Burton con Disney ha sido tan turbulenta como productiva, marcada por despidos y contrataciones. Sin embargo, cuando ambos colaboran, logran crear películas impactantes y visualmente únicas como Alicia en el país de las maravillas y Dumbo. Pero el ejemplo más temprano de esta colaboración es la adaptación de Burton de Hansel y Gretel, que se transmitió una sola vez en Halloween de 1983 y se consideró demasiado aterradora para el público infantil.
La inquietante versión de ‘Hansel y Gretel’ que Tim Burton dirigió para Disney
A pesar de la controversia, la versión de Burton sigue una línea argumental similar al cuento original de los hermanos Grim, donde Hansel y Gretel son llevados repetidamente al bosque por su madrastra abusiva. Finalmente, los niños se pierden y encuentran una casa de dulces habitada por una bruja malvada que planea engordarlos para comérselos. La transformación de este cuento en una historia de terror se logra a través del maquillaje perturbador y la música inquietante, lo que convierte a la película en 45 minutos de puro miedo. Emitida solo una vez, la cinta fue archivada por más de tres décadas hasta que en 2014 fue redescubierta y restaurada.
A pesar de la ternura de los actores que interpretan a Hansel y Gretel, logran que sus personajes parezcan malvados y engañosos. Desde el comienzo, se presenta a los niños como traviesos, lo que hace cuestionar si la madrastra es verdaderamente cruel o simplemente está castigando su mal comportamiento. Aunque las amenazas físicas a las que se enfrentan son inapropiadas, las travesuras de los niños dejan al público pensando si merecen tal trato.
Más adelante, Hansel y Gretel se encuentran con un inquietante hombre de jengibre llamado Dan-Dan, una especie de payaso Ku con dientes afilados. Aunque Hansel decide morderlo, después de comerse parte de él, lo lanza contra la pared y lo destruye. Esta acción sugiere que, aunque el hombre de jengibre es siniestro, Hansel no muestra mucha simpatía, reforzando la atmósfera sombría del cuento de los Grimm y reflejando el gusto de Burton por los cuentos de hadas tradicionales.
El director, a quien más tarde conoceríamos como el responsable de Frankenweenie y El jinete sin cabeza, emplea la antropomorfización para convertir objetos inanimados en personajes siniestros. Por ejemplo, las camas de la casa de la bruja cobran vida y atan a los niños, desafiando la percepción de seguridad que normalmente asociamos con estos objetos. Esta técnica narrativa, popular en otros filmes de Disney, se utiliza aquí para infundir terror, haciendo que el público desconfíe incluso de los elementos más inocentes.
Otro elemento perturbador es un pato de juguete que los niños reciben al inicio de la película, que se transforma en un robot que los guía hasta la casa de la bruja. Este juguete, que parece tierno y delicado al principio, se convierte en un símbolo de la pérdida de la inocencia de los niños. La animación stop-motion utilizada para dar vida a este robot es impresionante y contribuye a la atmósfera inquietante de la película.
Hansel y Gretel no tuvo éxito al emitirse en el canal de Disney a principios de la década de los 80, pero se ha convertido en una pieza codiciada en el fandom de los medios perdidos. Algunos especulan que Burton se sentía avergonzado del filme mientras que otros creen que Disney lo consideró demasiado espeluznante para su audiencia infantil y decidió archivarlo para evitar mayores pérdidas.