Nicolas Cage sigue demostrando su versatilidad en 'Longlegs: Coleccionista de almas', donde se transforma en un siniestro satanista. Inspirado por icónicos personajes, el actor adopta una apariencia impactante en su nuevo papel.
Nicolas Cage es uno de los actores más versátiles de Hollywood. Su capacidad para transformarse en una amplia gama de personajes ha fascinado al público durante décadas. Desde su interpretación de un vampiro aterrador en Renfield, con afilados dientes y un semblante espeluznante, hasta su papel como el tímido y nervioso guionista en Ladrón de orquídeas, Cage ha demostrado una y otra vez que puede adaptarse a cualquier papel con un estilo único.
Estas transformaciones no sólo son físicas; también reflejan una profunda comprensión de los matices emocionales de cada personaje. En cada rol, desde Hechizo de luna hasta Contra/Cara, pasando por Corazón salvaje, Cage ofrece interpretaciones intensas que equilibran el humor, la vulnerabilidad y el peligro. Su habilidad para cambiar de tono y apariencia le ha ganado el reconocimiento como uno de los actores más camaleónicos de su generación.
Los personajes cinematográficos que moldearon el look de Nicolas Cage en ‘Longlegs’
Uno de sus cambios más brutales hasta la fecha se encuentra en Longlegs: Coleccionista de almas, una película que ya puedes ver en Cinépolis y Cinemex. En esta historia de Oz Perkins, Cage interpreta a un satanista conocido como “Longlegs”, que envía muñecas malditas a familias inocentes, desencadenando una serie de asesinatos rituales. A medida que una agente del FBI (Maika Monroe) se acerca a capturarlo, “Longlegs” se muestra cada vez más convencido de que el diablo le recompensará por su lealtad, creyendo que alcanzará una especie de omnipresencia tras su muerte.
Para dar vida a este perturbador personaje, la apariencia de Cage fue inspirada por dos figuras icónicas del cine: Erik, el enigmático protagonista de El fantasma de la ópera interpretado por Lon Chaney en la versión de 1925, y Mason Verger, el mutilado villano de Hannibal, interpretado por Gary Oldman en 2001. La elección de estos personajes como referencia no fue casual, ya que ambos representan extremos físicos y emocionales que encajan a la perfección con la psicología de “Longlegs”.
En El fantasma de la ópera, Lon Chaney se transformó en Erik mediante un maquillaje extremo que incluía una nariz artificial levantada y ojos hundidos que parecían emerger de las sombras, creando una imagen de horror y sufrimiento. Esta referencia fue fundamental para la creación del rostro de “Longlegs”, quien, al igual que Erik, es un ser atrapado entre el deseo de ser amado y su inevitable repulsión por parte del mundo.
Por otro lado, la caracterización de Gary Oldman como Mason Verger en Hannibal, de Ridley Scott, aportó otra capa de inspiración. Verger, un pedófilo desfigurado por un grotesco intento de automutilación, es una imagen de la perversión y el dolor físico llevados al extremo. El maquillaje de Oldman, lleno de cicatrices y deformidades, sirvió como punto de partida para el equipo de efectos especiales de Longlegs, quienes buscaron recrear una apariencia igualmente perturbadora y desgarradora.
El resultado final es un híbrido de estas influencias: un rostro desfigurado por múltiples cirugías plásticas mal realizadas, que refleja tanto la obsesión de “Longlegs” por complacer a su maestro satánico como su deformación interna. Nicolas Cage, con su compromiso habitual, sugirió incluso una escena en la que el personaje se arrancara completamente la nariz, un detalle que, aunque no llegó al corte final, muestra hasta qué punto se llevó la transformación de su personaje.