En el catálogo de Netflix existe un título con el que sin duda alguna necesitarás de muchos pañuelos y una manta de apoyo emocional. Nadie que haya visto esta película ha podido evitar derramar alguna lágrima.
Las lágrimas son un elemento imprescindible en el séptimo arte. Cintas como Titanic, Camino salvaje, La vida es bella y La decisión más difícil han mostrado el poder que tiene una historia en la gran pantalla para hacer que, incluso el corazón más frío, sea capaz de enternecerse y derramar una que otra gota de sus ojos.
Lo cierto es que las películas tristes son algo que todos necesitamos de vez en cuando. Ya sea que estés buscando una tragedia épica que te haga llorar, una historia heroica que te haga sentir que las dificultades se pueden sobrepasar o un romance que te haga quedarte sin una lágrima de tanto lamentarte, un buen llanto puede ser la solución a tus problemas.
Por supuesto, quien te puede ofrecer las mejores películas para llorar a más no poder es Netflix. Ya sea a través de la tragedia, la nostalgia, el desamor, la fuerza o el poder del amor, el gigante del streaming tiene todo un catálogo de cintas que te harán llorar y te harán gotear la nariz en poco tiempo. Sin embargo, existe un título con el que sin duda alguna necesitarás de muchos pañuelos y una manta de apoyo emocional.
Aunque han pasado más de tres décadas desde que llegó por primera vez a los cines e impactó al público, Mi primer beso es una de las historias más desgarradoras de la gran pantalla. Para muchos, la cinta protagonizada por los jóvenes Anna Chlumsky y Macaulay Culkin es una joya imperdible que presenta una bella reflexión sobre la muerte y el duelo que experimentan los más pequeños. Mi primer beso es una película de culto y conmovedora a la vez.
'MI PRIMER BESO': LA CINTA QUE TE HARÁ LLORAR SIEMPRE
Vada Sultenfuss es una niña de 11 años que vive en Madison, Pensilvania, con Harry, su viudo padre, que el director funerario de la ciudad. Como su propia casa funciona como la funeraria, Vada ha desarrollado una obsesión con la muerte y se ha vuelto hipocondriaca. Durante el verano de 1972, ella pasa los días con su mejor amigo, Thomas, un niño impopular de su edad que sufre de varias alergias, y con quien comparte la necesidad de encontrar a alguien que la comprenda.
Cuando se entera que su maestro de escuela de quinto grado, el Sr. Bixler, da una clase de escritura de poesía para adultos ella hace lo posible para poder asistir. Pero cuando se le aconseja escribir sobre lo que hay en su alma, surge en Vada el temor de haber matado a su madre, que murió dos días después de haberla dado a luz. Thomas estará con ella a cada paso del camino. Mi primer beso sigue la historia de Vada, en su viaje a la adolescencia, lleno de altibajos emocionales y fuertes acontecimientos.