La frase "la vida imita al arte" no pudo estar más acertada en esta ocasión... aunque haya sido para mal.
¿A quién no le gustaría un día despertar y tener el don de lanzar telarañas desde las muñecas, tener fuerza sobrehumana y poder caminar por las paredes y los techos? Por supuesto que sería fantástico tener los superpoderes de Spider-Man… pero no por eso nos dejaríamos morder por una araña, para ver si “corremos con la buena suerte” de que nos convierta en un superhéroe.
Desafortunadamente un pequeño niño de La Paz, Bolivia pensó todo lo contrario, y estaba muy seguro de que si se dejaba morder por una araña adquiriría habilidades que solo existen en la fantasía. Para su mala suerte, no solo se dejó morder por cualquier araña, sino que se trató de una araña violinista: una de las más venenosas y peligrosas en todo el planeta.
Fue en agosto del año pasado cuando un infante de ocho años encontró al insecto en el jardín de su casa, mientras estaba jugando. Sin pensarlo dos veces, y sin ser supervisado por sus padres, decidió tomar al animal y colocarlo en la parte superior de su mano. La araña por supuesto que lo mordió, solo que en vez de adquirir los poderes arácnidos de Peter Parker, el niño terminó en el hospital.
Tuvieron que pasar de dos a tres horas para que el pequeño comenzara a sentirse mal, teniendo adormecimiento en la zona, dolores en los huesos y contracturas. En un inicio no quiso decirle a su mamá lo que había mucho, pero los malestares incrementaron a tal nivel que no le quedó de otra más que confesar la verdad.
El niño ingresó al hospital en estado de emergencia, sin embargo, su situación pudo ser contrarrestada en tan solo media hora, gracias a un suero antídoto. Una vez que el chico fue estabilizado, él mismo reveló que lo único que quería era convertirse en Spider-Man, pues se considera un gran fan del personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko, solo que nunca imaginó las consecuencias de sus actos.