Dado que amabas reinas sostuvieron una amistad muy íntima, el curso de la historia de 'La casa del dragón' podría cambiar para siempre.
La casa del dragón nos ha mostrado que el mundo, al menos en sus inicios, no era un espacio disponible para las mujeres y que si estas intentaban hacerse con el poder de un reino, lo más seguro es que se enfrentaran a obstáculos sumamente difíciles para conseguir su cometido. Por lo tanto, cuando conocimos a Rhaenyra Targaryen como la heredera legítima al Trono de Hierro no fue una sorpresa que los miembros del consejo y la corte la miraran con desaprobación.
Y es que mientras las mujeres de Westeros eran obedientes, sumisas y recatadas, Rhaenyra Targaryen pocas veces hizo lo que se le pidió y decidió elegir el camino de su corazón para trazar su propio destino. Esto la llevó a tener el Trono de Hierro bajo la decisión de su padre, Viserys I, pero por desgracia tanto las palabras de Viserys como el coraje de su hija sirvieron de poco cuando el rey murió y la antigua amiga de su hija, Alicent Hightower, aseguró que la elección del heredero había cambiado de último momento.
Por contraparte de Rhaenyra tenemos a Alicent Hightower; una mujer sutil, en apariencia débil y recatada que se limitó a seguir las ordenes que los demás daban a su alrededor para así encajar en un mundo masculino donde cada paso que ella debía dar contaba con la silueta de su padre, sus hijos o sus amante.
Así, mientras Rhaenyra se salía con la suya y caminaba hacia los lugares de su interés, Alicent pasó de ser la hija de la Mano del rey y mejor amiga de la princesa heredera, a la madrastra de Rhaenyra y reina consorote luego de que su padre, Otto Hightower, convenciera al rey Viserys I de desposar a una mujer tras la trágica muerte de su esposa.
Cuando Viserys I muere y Westeros pierde el control por no saber quién elegirá el trono dado que la decisión de tener una reina al frente de los Siete Reinos no convence a casi nadie, Alicent sorprende a la corte al decirles que ella escuchó que Aegon II (su hijo) había sido elegido por el rey como su heredero legítimo pero esto fue una confusión ya que como ella desconocía el sueño profético de Aegon El Conquistador y el secreto de la familia Targaryen, pensó que hablaban de su hijo y no de un Targaryen que se enfrentaría a los caminantes blancos como lo vemos en Juego de Tronos.
Por lo tanto, después de toda esta odisea y una vez que se ha desatado la guerra, vemos que Alicent está desesperada al darse cuenta que solo ha sido un peón en la gigantesca artimaña por el Trono de Hierro, y que el costo de este suceso fue perder la amistad verdadera de alguien que la amo; Rhaenyra Targaryen.
Así, dado que en el último episodio de la temporada la vemos fugarse de King's Landing, nos preguntamos si acaso ella estará buscando llegar a un acuerdo con Rhaenyra o si se unirá a su bando para enfrentarse a sus propios hijos en La danza de dragones.
Sin embargo las cosas parecen pintar de colores diferentes a los imaginados por George R.R Martin en la novela Fuego y Sangre que inspiró esta historia, mientras que también vemos a una Alicent Hightower decidida a salvar la vida de su única hija, Helaena Targaryen, y tener que decidir entre buscar su propia libertad o quedarse en Westeros para librar una batalla que ella misma sin querer comenzó.