A veces, es necesario aceptar algunas condiciones para que una película pueda salir en cines. Así le ocurrió a Clint Eastwood, quien dejó de percibir una gran cifra de dinero con tal de que una de sus mejores películas pudiera estrenarse.
Hacer una película no es nada fácil. Además de encontrar al elenco perfecto, es necesario contar con una cantidad considerable de dinero para financiar un proyecto decente. Sin decenas de millones de dólares, cintas tan complejas como Misión Imposible, Rápidos y furiosos, Jurassic Park o Star Wars no habrían sido posibles.
En ocasiones, es necesario ir más allá de los límites y aceptar algunas condiciones con tal de que una película pueda ver la luz. Así le ocurrió a Clint Eastwood, quien dejó de percibir una gran cifra de dinero con tal de que una de sus mejores películas pudiera llegar a los cines. Al final del día, la decisión del actor de El bueno, el malo y el feo rindió frutos y la cinta fue aclamada tanto por el público como por la crítica.
"He hecho algunas películas que probablemente no se habrían hecho de otra manera", dijo una vez Clint Eastwood en una entrevista con DGA. El actor se refería a esas películas en las que él creía firmemente, pero no quienes eran los encargados de aportar los recursos económicos. Para una de sus mejores obras, el actor tuvo que hablar con los productores y prácticamente desechar su sueldo para tener la oportunidad de hacer realidad su visión.
Antes del debut de Río místico, un drama de suspenso de 2003, el estudio consideró que el material basado en la novela homónima de Dennis Lehane era "demasiado oscuro" para un gran público, e inicialmente quería detener el proyecto. Pero Eastwood logró convencerlo lo suficiente como para que le permitieran hacer la película. Sin embargo, nada de esto ocurrió sin que el también director de Golpes del destino cediera algo.
Al igual que en su debut como director, Eastwood tuvo que renunciar a su salario, al menos hasta que la película se estrenara en los cines y ganara dinero allí. "Dije que lo haría gratis. Es bastante irónico que 33 años después de mi primera película tuviera que volver a hacer lo mismo", dijo en una entrevista con CBS.
Como bien se sabe, al final todo salió bien: la película fue nominada a seis premios Oscar (una estatuilla para Tim Robbins y otra para Sean Penn) y fue elogiada por la crítica. El thriller recaudó 156 millones de dólares en la taquilla mundial, un éxito claro en comparación con su presupuesto de 30 millones de dólares. Lo mejor fue que Eastwood también acabó cobrando por la película.