Puede que Tony Stark sea un genio absoluto que no comete errores, sin embargo, RDJ sí comete equivocaciones y ésta fue la más grande de toda su carrera.
El nombre de Robert Downey Jr. ha estado en boca de todos durante los últimos días, pues posterior a haber ganado el Oscar a Mejor actor de reparto a principios de año, gracias a su magnífico trabajo en Oppenheimer, parecía casi imposible volver a ver al actor de vuelta en Marvel, sobre todo considerando que su personaje, Iron Man, lleva ya cinco años fallecido.
Sin embargo, para sorpresa de absolutamente todo mundo, en el marco de la Comic-Con de San Diego 2024 Marvel Studios reveló que Downey Jr. estará de regreso en el MCU para el año 2026, dando vida al mismísimo Dr. Doom en la quinta entrega de los Vengadores, que llevará por nombre Avengers: Doomsday. Una decisión tan impactante como controversial, pero que sin duda ha tenido a todos los fans debatiendo.
RDJ ha sido el pilar absoluto del Universo Cinematográfico de Marvel desde un comienzo, y tras haber interpretado al carismático Tony Stark por más de una década, Robert logró consolidarse como uno de los actores más queridos del Hollywood contemporáneo. No obstante, nada dura para siempre, y después de decirle adiós a su papel de Iron Man, Downey intentó darle un nuevo rumbo a su carrera, teniendo múltiples tropiezos en un comienzo.
Antes de dar vida a Lewis Strauss en Oppenheimer, Robert Downey Jr. decidió unirse apresuradamente a un nuevo proyecto que, en aquel entonces, se pensaba que podría dar pie a una nueva franquicia compuesta por varias cintas (cosa que jamás sucedió): "Terminé mi contrato con Marvel y de inmediato me involucré en lo que prometía ser otra franquicia grande, divertida y bien ejecutada. Mi equipo y yo parecíamos estar demasiado entusiasmados con el acuerdo y no lo suficientemente entusiasmados con los méritos de la ejecución", comentó el actor de 59 años en entrevista con The New York Times.
De acuerdo con declaraciones del propio RDJ, Dolittle es uno de los peores arrepentimientos de toda su carrera, significando “una herida que tardó dos años y medio en sanar”. Robert jamás se detuvo en analizar la manera en la que este proyecto se estaba construyendo, aspecto que eventualmente se tradujo en un fracaso en taquilla y la cancelación de cualquier posible secuela.
Después de la lección aprendida con Dolittle, Downey Jr. tomó la decisión de solo empezar a participar en películas individuales, que no involucraran múltiples entregas o una saga de muchos años, siendo así como tarde que temprano terminó integrándose al elenco de Oppenheimer, obteniendo así el primer Oscar de toda su carrera.