Por años se hicieron múltiples referencias al icónico traje de Logan, pero tuvieron que pasar una infinidad de cosas para que Hugh Jackman por fin lo pudiera portar.
La eterna espera finalmente ha llegado a su conclusión, pues la película más esperada del 2024, Deadpool & Wolverine, ha llegado a los cines de nuestro país. Una de las cintas que más expectativas ha generado en los últimos tiempos por fin puede ser disfrutada en la pantalla grande, siendo ésta la primera ocasión en la que los mutantes se introducen de lleno al MCU, más allá de tener solo pequeños cameos.
Deadpool 3 no sólo marca el cierre de la trilogía protagonizada por Ryan Reynolds, sino que también se involucra a profundidad con el tema del multiverso, dando continuidad a lo visto en proyectos como Loki, Spider-Man: No Way Home y Doctor Strange in the Multiverse of Madness. Sin embargo, por si todo eso no fuera poco, esta película marca el regreso triunfal de Hugh Jackman como Wolverine, ¡POR FIN PORTANDO EL ICÓNICO TRAJE AMARILLO!
Por años los fans suplicaron ver a Jackman usando el traje de Wolverine de los cómics, no obstante, esto nunca se había hecho realidad… hasta ahora. De acuerdo con Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, una vez que Wolverine se incorporara al MCU sí o sí tendría que portar su traje amarillo, ya que, de no hacerlo, “sería como ver a Superman sin su característico disfraz”.
Con anterioridad ya se había hecho referencia al colorido disfraz de Logan en diversas películas. Por ejemplo, en la primera entrega de X-Men, estrenada en el año 2000, hay una escena en la que Wolverine le pregunta a Cíclope si realmente todo el equipo siempre sale portando trajes negros de cuero, a lo que Scott les responde: “¿Acaso prefieres spandex amarillo?”, siendo un claro guiño a los atuendos de los cómics.
Como dato curioso, en el caso de esta cinta y de sus dos secuelas, la razón por la que se optó que los mutantes utilizaran trajes negros fue gracias a Matrix. Tras el éxito que tuvo la cinta protagonizada por Keanu Reeves un año antes, fue que se decidió que los X-Men utilizaran vestuarios similares a los vistos en la película dirigida por las hermanas Wachowski, con el objetivo de llamar la atención del público con rapidez. Recordemos que en esta época las películas de superhéroes eran algo muy extraño de ver.
Años más tarde, en 2013, una escena eliminada de Wolverine Inmortal presentaría a Logan recibiendo un misterioso maletín, en el cual, una vez abierto, se revelaría el icónico traje amarillo del personaje. No obstante, dentro del canon oficial, esto nunca sucedió. Para 2014, Wolverine volvió en X-Men: Días del futuro pasado, y en esta versión futurista del personaje pudimos ver a Hugh Jackman portando un nuevo traje de color negro, pero con detalles en azul y amarillo en los brazos, en referencia a las historietas.
Tres años después llegó a los cines Logan, película que marcaría la despedida del actor australiano como el querido superhéroe, y debido al tono oscuro y melancólico de la cinta, era evidente que el traje amarillo no iba a ser visto, sin embargo, en algunas escenas se hizo referencia a él, mostrando algunos cómics ficticios de los X-Men, como parte de la trama.
Después de tantas oportunidades desperdiciadas, y considerando que el personaje de Logan pierde la vida en su último filme después de un acto heroico, parecía que definitivamente se habían esfumado todas las posibilidades de ver a Hugh Jackman con el traje amarillo.
Para nuestra buena suerte, esto cambió una vez que se concretó la compra de Fox por parte de Disney y que Ryan Reynolds trajo de vuelta a su amigo de tantos años para una última aventura, esta vez siendo parte del Universo Cinematográfico de Marvel. El resto fue historia.