Tom Hanks colaboró con el legendario actor y cineasta Clint Eastwood en 2016, pero su experiencia en el set de rodaje no pudo describirla mejor que siendo el caballo de un jinete. ¿Realmente fue tan malo? Acá te contamos
Cuando se trata de leyendas de Hollywood no podemos omitir pensar en Clint Eastwood, una de las mayores estrellas del cine western a nivel mundial. Tras participar en la trilogía del dólar de Sergio Leone como ‘El hombre sin nombre’, el líder de El bueno, el malo y el feo continuó su carrera participando en cintas de acción y guerra, aunque también aprovechó su espacio en la industria para sumergirse en el campo de la dirección.
Director de cintas como Million Dollar Baby, Cry Macho y la ganadora del Oscar Unforgiven, Eastwood sorprendió a las audiencias en 2016 con la cinta Sully, una producción basada en hechos reales que relató el impresionante caso en el que un avión comercial que partía de la Ciudad de Nueva York tuvo que amerizar en el Río Hudson a minutos de haber despegado para evitar un accidente aún mayor.
Tom Hanks interpretó a Chesley ‘Sully’ Sullenberger, el piloto que realizó dicha hazaña en 2009. El ganador del Oscar por Forrest Gump se convirtió en la estrella principal de Clint Eastwood para semejante proyecto, pero la experiencia no fue la misma que ha tenido en otros sets de rodaje. Mientras que algunas leyendas de Hollywood se han quejado del director, a Hanks le pareció una anécdota que sólo se puede comparar con caballos.
El actor de Náufrago quedó sorprendido con el modo de trabajo de Eastwood, pues a diferencia de otros directores que se rigen por un megáfono para controlar a todo el equipo de producción que se encuentra en las filmaciones, él es completamente sereno y evita los gritos. “Él simplemente dice ‘Está bien, empieza’, y luego empiezas y tal vez él diga ‘Hazlo de nuevo’. Haces eso también y él dice ‘Es suficiente por ahora”, comentó Hanks durante su visita a Jimmy Kimmel Live.
De acuerdo con el intérprete, Eastwood trata a sus actores como caballos, pero eso no significa que los trate como animales, despectivamente, sino que fue algo que aprendió al trabajar en tantos westerns. El uso constante de megáfonos y gritos en el set asustaba a los caballos, por lo que él siempre intenta ser cuidadoso con sus elencos para que la atmósfera en el rodaje sea lo más amigable posible.