Esta obra cinematográfica de 2015 crea una experiencia tan intensa que incluso los aficionados al terror encuentran difícil de soportar. Prepárate para descubrir por qué esta película es considerada el western más violento de la historia.
Kurt Russell es una de las figuras más icónicas del cine de acción, conocido por sus roles en películas emblemáticas como Rescate en el barrio chino y Horizonte profundo (ambas disponibles en Disney+). Su carisma y versatilidad lo han llevado a protagonizar una amplia variedad de filmes en los que ha interpretado desde valientes héroes hasta personajes oscuros y complejos.
A lo largo de su carrera, Russell ha trabajado con directores de renombre como John Carpenter y Quentin Tarantino, demostrando ser un actor capaz de enfrentar cualquier desafío, adaptándose a papeles exigentes tanto física como emocionalmente. Sin embargo, hay una película sumamente violenta en la que participó que ni siquiera los fans del terror son capaces de terminar de ver.
Si nunca has oído hablar de Bone Tomahawk, ahora es el momento perfecto para disfrutar de esta emocionante aventura, siempre y cuando no tengas un estómago débil. Aquellos que conocen la película saben que esta aventura, que cuenta con las actuaciones de Russell, Patrick Wilson, Richard Jenkins y Lili Simmons, tiene la reputación de ser extremadamente violenta y cruel.
‘Bone Tomahawk’: El western más violento protagonizado por Kurt Russell
Bone Tomahawk es una obra sangrienta, brutal y nihilista ambientada en la década de 1890 en el ficticio pueblo fronterizo de Bright Hope. El director S. Craig Zahler no escatima en la representación de la violencia explícita, lo que ha llevado a algunos a clasificarla más como una película de terror que como un western. La película toma elementos de poderosos westerns clásicos como La pandilla salvaje de Sam Peckinpah y Más corazón que odio de John Ford.
El filme cuenta la historia de un grupo de hombres en Bright Hope que descubren la existencia de una tribu de caníbales cerca de su tranquilo pueblo, quienes han comenzado a capturar a sus habitantes. La tribu, referida por los nativos locales como los Trogloditas, se muestra increíblemente salvaje y resistente. La primera mitad del filme recuerda a una clásica pieza de conjunto, con un elenco excelente de actores de carácter, mientras que la segunda mitad es brutalmente violenta, mostrando la influencia de Holocausto caníbal.
La violencia es extremadamente realista y directa. La música rara vez acompaña las escenas de desmembramiento grotesco, dándoles una sensación más visceral y primitiva que no cae en la categoría de los clásicos modernos de gore, como Hostal. La depravación de los Trogloditas no llama la atención sobre sí misma, ya que son completamente imparciales con sus víctimas, destrozando a hombres, mujeres y niños sin el más mínimo gesto de dolor.