Las películas de Alfred Hitchcock traspasaron los límites de lo artístico, sin embargo, el cineasta británico jamás pensó que eso lo pondría en problemas con el FBI.
Uno de los nombres más referenciados en la historia del cine es Alfred Hitchcock. Con Psicosis, Los pájaros, Intriga internacional y La ventana indiscreta, el cineasta también llamado maestro del suspenso traspasó los límites del séptimo arte desafiando las convenciones de las estructuras cinematográficas y los arquetipos de las historias y personajes.
Ya sea con representaciones de violencia, obsesión o sexualidad reprimida, el director británico extrajo ideas espinosas enterradas en lo más profundo de las almas de los espectadores y las mostró al público en general, tal y como se han visto en clásicos como Atrapa a un ladrón, El hombre que sabía demasiado e Inocencia y juventud.
Dada su capacidad de hacer magia en la gran pantalla, la naturaleza provocadora de las cintas de Hitchcock no pasó desapercibida. Si bien fue un visionario audaz y logró desarrollar técnicas que inspirarían a los cineastas que vendrían después, no todos tomaron de la misma manera su trabajo. Hitchcock atrajo la atención de las autoridades federales, algo que probablemente pensó que le ocurriría.
En 1964, Hitchcock atrajo las miradas del Buró Federal de Investigaciones, más conocido por sus siglas FBI, con Tuyo es mi corazón. En el centro de la cinta está el espionaje entre un agente estadounidense, TR Devlin y la hija de un criminal de guerra alemán, Alicia Huberman. La cinta no sólo es una de sus obras maestras, sino que fue el debut de Hitchcock como un visionario sin restricciones.
La película de espías negra de 1946 utilizó el término "MacGuffin", una palabra adoptada por Hitchcock para describir un recurso en la cinta con poca importancia que existe únicamente para poner en movimiento a los personajes y los acontecimientos de la historia. En Tuyo es mi corazón, el uranio se convirtió en el MacGuffin de la historia, algo que le daría problemas a Hitchcock.
Para Alfred Hitchcock, el uranio era un asunto sin importante que usó como una estratagema barata para reunir a sus estrellas de cine Cary Grant e Ingrid Bergman en una habitación. Sin embargo, el gobierno estadounidense y su equipo de físicos expertos tenían una relación diferente con el raro elemento. Para ellos, el uranio no era algo que se pudiera tomar a la ligera, ya que era un componente clave para construir una bomba nuclear.
Antes de rodar, Hitchcock y su equipo visitaron el Instituto Tecnológico de California para hablar sobre la naturaleza del mineral. Cuando le preguntaron el tamaño que tendría una bomba atómica hecha con uranio, el científico se alarmó diciéndoles que podían arrestarlos. Luego de que le advirtieran que los dos que se estaban metiendo en problemas, Hitchcock comentó que el FBI comenzó a seguirlo durante tres meses. No obstante, la vigilancia del FBI a Hitchcock no condujo a ningún arresto, ya que el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki ocurrió un año antes del estreno de Tuyo es mi corazón.