En Netflix: La película con la escena más violenta e inquietante de cualquier adaptación de Stephen King
Liz Hernández
-Redactora
Comparto cumpleaños con Chantal Akerman y Forrest Gump. Crecí aterrorizada por David Lynch y soy la fan número uno de Antoine Doinel.

Todo mundo sabe que Stephen King es uno de los maestros del terror, pero esta adaptación de una se sus historias logró lo que jamás se había mostrado en sus historias anteriores.

Producciones como It, Misery y Carrie han alterado la tranquilidad de millones de personas alrededor del mundo; ya sea como lector o espectador de películas y series, las historias de Stephen King han llegado a los medios audiovisuales y sus aspectos terroríficos y de suspenso han obsesionado a los fanáticos del género, así como traumado a uno que otro miedoso. Independientemente de a qué bando pertenezcas, sus obras son consideradas clásicos y seguramente alguna vez te has relacionado con ellas.

Mientras que largometrajes como El resplandor lo decepcionaron mucho, mientras que otros cinéfilos la catalogan como una de las mejores películas de horror; hay otras adaptaciones que superan incluso el terror que él narra a través de sus palabras impresas. Una de ellas fue llevada a la pantalla grande por Mike Flanagan, quien desde hace algunos años ha ganado un culto inmenso.

Antes de que se volviera uno de los nombres más famosos de Netflix por las series La maldición de Bly Manor y La maldición de Hill House, Flanagan llevó a Stephen King al cine con Gerald’s Game. Esta cinta de terror psicológico y claustrofobia se creía inadaptable desde su publicación en 1992, pero fue dicho cineasta que logró lo impensable. Incluso, presentó la que se señala como la escena más gore en una historia del autor.

Gerald’s Game muestra la historia de Jessie (Carla Gugino) y Gerald (Bruce Greenwood), una pareja que toma unas vacaciones en un lago desolado ante un intento por mejorar su matrimonio. Las dinámicas de poder pronto son evidentes, evidenciando la sumisión de ella ante él, pero sobre todo proyectando un momento desconcertante: cuando comienzan a tener relaciones sexuales para satisfacer la fantasía de Gerald, quien sueña con violarla mientras ella está atada de brazos.

Las cosas se ponen gráficas cuando Gerald sufre un infarto y muere, pero Jessie no puede utilizar sus brazos para responder a la tragedia. Es entonces cuando comienza a ser atormentada por sus propios traumas, pero eventualmente decide cortar su mano para salir de ahí. La sangre y violencia representada en pantalla jamás se había visto en las adaptaciones anteriores de King, por lo que impactó a las audiencias fanáticas del horror. ¿Te atreverías a verla? La encuentras disponible en Netflix.

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