"Inventé todas estas tonterías en 90 minutos": así creó James Gunn una de las mitologías más importantes de Marvel
Aldo Javier Martínez
-Redactor
Cinéfilo de corazón y cineasta de profesión. Amo el terror psicológico y las películas de suspenso. Escribir de cine, y redactar guiones, es mi pasión. Geek desde la cuna. Disfruto de la lucha libre y del futbol americano en mis ratos libres.

Una escena escrita en hora y media terminó marcando todo el camino del Universo Cinematográfico de Marvel.

Avengers: Endgame fue un evento único y sin precedentes en la historia del cine de superhéroes. No sólo marcó el fin de un arco narrativo que abarcó toda una década de nuestras vidas, sino que también reunió a una cantidad histórica de personajes en una sola historia.

Más allá de Thanos, Iron Man y Capitán América, las verdaderas protagonistas de toda la Saga del Infinito fueron (como su nombre lo dice) las Gemas del Infinito. Sin las Gemas, simple y sencillamente nunca hubieran existido los conflictos que vimos en Infinity War y Endgame. Estas piedras han jugado un rol de suma importancia desde que aparecieron por primera vez en los cómics de Marvel, sin embargo, para su versión cinematográfica se necesitaban un par de modificaciones para hacer más comprensivo su trasfondo.

De acuerdo con James Gunn, director de la trilogía de Guardianes de la Galaxia, toda la mitología que rodea a las Gemas del Infinito fue creada por él en tan solo 90 minutos. En una escena protagonizada por El Coleccionista (Benicio del Toro) en la primera entrega de los Guardianes, el personaje explica qué son exactamente las Gemas y cuál es el verdadero alcance de su poder.

Gunn fue quien escribió toda esa escena en hora y media, y según confiesa, nunca pensó que esa historia cobraría tanta importancia en futuras películas. Para el momento en el que Guardianes de la Galaxia estaba siendo realizada, aún no existían planes concretos para Infinity War y Endgame. Por ende, James jamás imaginó que Marvel Studios algún día basaría literalmente todo su universo cinematográfico en cosas que, según sus propias palabras, “fueron tonterías inventadas en 90 minutos”.

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