Una broma pesada que terminó dando pie a dos Oscars consecutivos.
Habiendo comenzado sus carreras profesionales en la década de los 80s, tanto Tom Hanks como Denzel Washington cuentan cada uno con dos premios Oscar en sus historiales artísticos. Hanks se hizo acreedor de la estatuilla dorada en 1994 y 1995 gracias a sus actuaciones en Philadelphia y Forrest Gump, mientras que Washington ganó en 1989 y 2001 por su labor en Glory y Training Day.
Por sorpresivo que parezca, ambos actores únicamente han aparecido juntos a cuadro una sola vez, siendo Philadelphia la cinta que nos permitió gozar de este encuentro. Aquí, Tom Hanks logró destacar su talento como actor, pues de manera previa sólo era conocido por papeles cómicos.
En el set, Washington no siempre le hizo la vida fácil a su coprotagonista. Mientras filmaba Philadelphia, Hanks ya se estaba preparando para el papel principal en Forrest Gump, lo que significó que tuvo que perder mucho peso y solo se le permitía comer 800 calorías por día. Por supuesto, el actor siempre tuvo que luchar contra los antojos de comida, lo que Washington aprovechó para hacer algunas bromas bastante subidas de tono:
"[Tom] Estaba extremadamente delgado en las escenas de la sala del tribunal", recordó Denzel en una entrevista con Graham Norton. “Así que a propósito dejé barras de chocolate por ahí y cosas así. Fingí estornudar y le tiré caramelos a los pies. Incluso le pedí que le entregaran pizzas”. Por fortuna, Tom Hanks se tomó todo con humor, entendiendo que se trataba de una simple broma pesada entre amigos y se lo demostró al ganar el Oscar a Mejor Actor dos años seguidos. "Me lo agradeció cuando ganó el Oscar", dijo entre risas Washington.
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