Muchos western utilizan la misma fórmula, sin embargo, ninguno se compara con la extraña forma en la que se desarrolló esta película de vaqueros. Lo mejor es que dos grandes estrellas del cine se juntaron en un mismo lugar.
El western es un género tan longevo como el cine mismo. Desde los clásicos como El bueno, el malo y el feo con Clint Eastwood, Danza con lobos con Kevin Costner, hasta los más recientes éxitos como Los asesinos de la luna de Martin Scorsese, cientos de películas ambientadas en el Viejo Oeste han llegado a la gran pantalla para recalcar por qué es uno de los pilares del séptimo arte.
Muchos westerns cuentan con actores famosos, como Kurt Russell, Brad Pitt y Anthony Hopkins, sin embargo, pocas veces se ven a dos íconos del cine haciendo maravillas en un mismo escenario. Estrenada en 1976, esta película del legendario director Arthur Penn, conocido por Bonnie y Clyde, es imperdible para los verdaderos fanáticos del género western.
Durante décadas se ha visto la misma historia en la que un forajido se enfrenta a la ley y a los cazarrecompensas que quieren atraparle, y aunque esta cinta tiene una premisa similar, la forma en la que se presenta hace que se sienta fresca y novedosa. A medida que los protagonistas se acercan cada vez más entre sí, las cosas se vuelven muy emocionantes, a pesar de ser bastante inusual en términos de estructura y ritmo.
A mediados de la década de los setenta, Duelo de gigantes reunió a dos grandes figuras del cine: Marlon Brando y un joven Jack Nicholson. Un ranchero, un ladrón y un regulador se enfrentan en este excéntrico western. Como cobertura para su robo de caballos, una pandilla de ladrones de Montana, liderados por el relajado Tom Logan (Nicholson), compra una pequeña granja junto al rancho de su próximo objetivo y némesis, Braxton (John McLiam).
Cuando la pandilla deja a Tom en la granja y se dirige a Canadá para otro trabajo, Tom se destaca ahí tanto con la agricultura como con la hija rebelde y de fuerte voluntad de Braxton, Jane. Braxton, que está un poco loco, toma sus propias precauciones y contrata al regulador psicópata Lee Clayton (Brando) para erradicar a los ladrones de caballos. Con una serie de métodos poco ortodoxos (y disfraces), Clayton persigue a Logan y su pandilla uno por uno, incluso después de que Braxton lo despide. Logan no está dispuesto a dejar que Clayton o Braxton lo hagan retirarse en Duelo de gigantes.
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