Conoce uno de los 10 westerns esenciales en la historia del cine. Lanzada en 1990, esta película aún resuena en la memoria de los cinéfilos como una obra maestra del género ambientada en el salvaje y atractivo viejo oeste.
El western ha sido una expresión esencialmente estadounidense que ha capturado la imaginación del público. Caracterizado por sus vastos y desérticos paisajes, la lucha entre el bien y el mal, y la exploración de temas como la justicia, el honor y la libertad, el western nos ha regalado emblemáticos relatos como El bueno, el feo y el malo de Sergio Leone, Los imperdonables de Clint Eastwood y Temple de acero de Ethan y Joel Coen.
En nuestro recorrido por los mejores westerns que todo amante del cine debe haber visto, nos detenemos en una película que se estrenó hace 34 años y que ha resistido la prueba del tiempo con su impactante narrativa y sus impecables actuaciones. A lo largo de las próximas líneas, exploramos esta obra maestra del género que sigue siendo una experiencia cinematográfica obligatoria que todo cinéfilo debe experimentar al menos una vez en la vida.
Un conmovedor viaje al corazón del salvaje oeste
Danza con lobos es una conmovedora historia que aborda el cierre de la frontera estadounidense y todo lo que desapareció con ella. El teniente del ejército de EE. UU. y veterano de la Guerra Civil, John Dunbar (interpretado por Kevin Costner), expresa su deseo de ver la frontera antes de que desaparezca, y su destino lo lleva al pequeño y destartalado Fuerte Sedgwick.
En este lugar solitario en medio de la pradera, Dunbar establece un vínculo con un lobo curioso al que llama Two Socks, quien sirve como puente hacia la naturaleza indómita que desea explorar y como metáfora de Dunbar mismo: no es un hombre blanco conquistador, sino uno inquisitivo.
Las primeras interacciones de Dunbar con la tribu Sioux muestran que son muy parecidos a él: el guerrero Wind In His Hair (Rodney A. Grant) muestra bravuconería al principio, gritándole a Dunbar que no le teme; el hombre sagrado Kicking Bird (Graham Greene) es reflexivo y genuinamente interesado en comunicarse con este extraño.
La película, dirigida por el propio Costner en 1990, es notable por su representación no estereotipada y realista de los pueblos indígenas norteamericanos. Los retrata como seres humanos en toda su complejidad, como personas que a veces son gentiles y a veces salvajes. Dunbar encuentra otro puente hacia el nuevo mundo que busca en Stands With A Fist (Mary McDonnell), una mujer blanca adoptada por los Sioux después de que su familia fuera masacrada por los Pawnee.
Danza con lobos es un western visual y emocionalmente impresionante que no deja indiferente a la audiencia, un destello de otro mundo donde menos se habría perdido si más personas hubieran sido tan abiertas y amigables como John Dunbar. Desde la conmovedora partitura de John Barry, hasta la atrevida presentación de Costner como director, pasando por la recuperación de un hermoso idioma como el Sioux Lakota, esta obra es un majestuoso réquiem por un mundo que ya no existe.
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