Las princesas de Disney dejaron los cuentos de hadas para transportarse a una civilización tan mágica como la Casa del Ratón.
Excluyendo a Mickey Mouse, en la Casa del Ratón no hay nadie más famoso que las princesas de Disney. Ariel de La sirenita, Blancanieves, Jasmine de Aladdin y Cenicienta forman parte del selecto club de monarcas que han gozado de gran fama desde que protagonizaron sus propias películas. Su popularidad es tan grande que las princesas de Disney han sobrevivido al tiempo, imponiéndose con versiones live-action como La bella y la bestia y Maléfica.
Una de las críticas más frecuentes en torno a las princesas de Disney, al menos en los clásicos, es que sus historias están llenas de clichés. Para muchos, Aurora, Cenicienta y Blancanieves deberían tener aventuras más interesantes sin los elementos que todos conocen, como un príncipe, hechiceras con sed de venganza y madrastras con severos problemas de actitud. Alguien sugirió que las princesas de Disney se convirtieran en diosas de Egipto y con la inteligencia artificial, este fue el resultado que se obtuvo.