Desde clásicos retorcidos hasta joyas modernas, este subgénero nos muestra la fragilidad y transformación del cuerpo humano de formas inquietantes y perturbadoras que cautivan a los fanáticos del horror visceral.
El body-horror es un subgénero del cine de terror que se adentra en lo grotesco y perturbador del cuerpo humano, transformándolo en una fuente de horror físico y psicológico. Directores como David Cronenberg y John Carpenter, con títulos icónicos como Crímenes del futuro y La cosa del otro mundo, han elevado este estilo, explorando no solo el deterioro físico, sino también los miedos sociales y científicos de cada época.
Con el reciente estreno de La sustancia, protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley, el body-horror continúa evolucionando. Esta película promete llevar las transformaciones corporales al límite, combinando un enfoque estético perturbador con reflexiones sociales y filosóficas. La directora Coralie Fargeat promete no solo impactar visualmente, sino también provocar una profunda incomodidad en los espectadores, en la mejor tradición de Cronenberg.