Algunas escenas sexuales parecen insertadas sin justificación. Aquí un listado de aquellas que no solo rompieron el ritmo narrativo, sino que también dejaron a la audiencia preguntándose: "¿Era realmente necesario?".
Las escenas de sexo a menudo tienen un propósito en la película, ya sea informar el desarrollo de la historia, profundizar la conexión entre dos personajes o subrayar aún más un motivo emocional o temático recurrente. Ejemplos notables de esto se encuentran en Bajos instintos de Paul Verhoeven, donde la tensión erótica es parte integral del thriller psicológico; en Ojos bien cerrados de Stanley Kubrick, donde la exploración sexual refleja las inseguridades y deseos reprimidos de los protagonistas; y en En carne viva de Jane Campion, donde las escenas íntimas ayudan a revelar la complejidad emocional y el despertar de la protagonista.
Del otro lado de la moneda, hay películas y directores que incluyen escenas sexuales sin ninguna justificación narrativa clara, quizá solo para emocionar al público o atraer más espectadores. Estas escenas, a menudo percibidas como gratuitas e innecesarias, pueden desconcertar y distraer, desviando la atención del verdadero núcleo de la historia. A continuación exploramos las 10 escenas sexuales más innecesarias de todos los tiempos, señalando por qué no aportan nada significativo a sus respectivas tramas y cómo podrían haberse evitado sin afectar el desarrollo de la película.
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