¿Por qué la máscara ha sido un motivo tan atractivo y perdurable en el cine de terror? Particularmente, este género ha enfatizado la máscara (desde El fantasma de la ópera hasta El teléfono negro, pasando por La masacre de Texas) en relación con sus capacidades rituales y de creación de mitos, y su intersección con el poder, la ideología y la identidad.
La máscara es poderosa, dinámica e iconográfica: Halloween (de John Carpenter) y Scream de (Wes Craven) son ejemplo de ello. A través de la máscara, el individuo tiene el potencial de desafiar la comprensión de quién es a través de su cuerpo sin la necesidad de la apariencia de su rostro. La máscara es una forma exclusivamente efectiva de establecer el carácter o el estado de ánimo (a menudo a una distancia considerable), sus características faciales pueden ser exageradas, simplificadas o simultáneamente convincentemente humanas y, sin embargo, desconcertantemente artificiales como sucede en los 10 ejemplos que a continuación te compartimos.
‘El fantasma de la ópera’
El desenmascaramiento del “fantasma” es uno de los momentos más conocidos del cine mudo. Podría decirse que es una de las imágenes más terroríficas puestas en pantalla. Mientras el misterioso Eric (Lon Chaney) interpreta el órgano, la protagonista capturada, Christine (Mary Philbin), se aproxima lentamente para quitarle la máscara. La revelación: un rostro horriblemente desfigurado.
‘Los ojos sin rostro’
El filme de Georges Franju se centra en la turbulenta relación de un obsesivo científico y su hija con la cara desfigurada. No es que esta desfiguración sea visible para el espectador: de hecho, durante gran parte del relato su rostro, o más bien lo que queda de su rostro, está protegido por una máscara de plástico suave, generando una peculiar impresión de estasis facial.
‘Onibaba’
En Onibaba, su película de terror erótico ambientada en el Japón rural del siglo XIV y basada en una fábula budista, el cineasta japonés Kaneto Shindo recurre a la máscara Hannya (utilizada en el teatro Noh japonés, que representa a un demonio femenino vengativo) para, entre otras interpretaciones, elaborar una profunda reflexión sobre los impulsos humanos del deseo, la sexualidad y la voluntad de sobrevivir.
‘El hombre de mimbre’
Basado en antiguas tradiciones ocultas, el filme de Robin Hardy titulado El hombre de mimbre es una exploración profunda de la compleja área gris entre el bien y el mal. El comportamiento sospechoso sobre la desaparición de una niña resulta más macabro y perverso en el período previo a las muy esperadas celebraciones del Primero de Mayo, en las que los paganos usan máscaras de animales como si se tratara de un ritual de sacrificio.
‘La masacre de Texas’
Hay tantas cosas que un aspirante a asesino podría elegir para hacer su máscara: plástico, madera, metal o tela, por ejemplo. Pero el material más aterrador para hacer máscaras es la piel humana. Es grotesco, enfermizo, amenazante y aterrador. Y eso es precisamente lo que hace Tobe Hooper en su icónica película de terror La masacre de Texas: presentó al mundo al asesino con motosierra conocido como Leatherface.
‘Halloween’
Uno de los elementos distintivos en Halloween, el filme de 1978 de John Carpenter, es la máscara blanca que usa Michael Myers. Si bien es cierto que en cada película de la franquicia, la máscara es diferente, por lo general presenta exactamente las mismas características: una cara de látex blanca e inexpresiva. Esta inexpresividad representa la total falta de emoción que contrasta con la violencia física rápida y brutal que ejerce.
‘Scream: grita antes de morir’
Desde el estreno de la primera película de la franquicia Scream se ha sabido relativamente que la máscara de Ghostface estaba destinada a emular la pintura de Edvard Munch, El grito. Sin embargo, más allá del grito de desesperación de la obra pictórica, Wes Craven recuperó la máscara como un disfraz de Halloween para darle una apariencia sorprendentemente expresiva a su asesino.
‘Tú eres el próximo’
Tú eres el próximo, película de Adam Wingard, se centra en una familia que se dirige a su casa de verano en medio de la nada para celebrar el 35 aniversario de mamá y papá. La reunión es interrumpida por tres hombres desquiciados, vestidos de negro con máscaras de animales (cordero, tigre y zorro) para desatar un auténtico festival de sangre.
‘Cráneo: la máscara’
El filme brasileño de Armando Fonseca trata sobre el hallazgo de una máscara de calavera durante una excavación arqueológica. Cuando se usa, la máscara destruye o posee el cuerpo de su portador. Muchas películas, a pesar de lidiar con temas sobrenaturales para crear atmósferas de misterio y terror, intentan una apariencia de realismo. Otros, como este caso, apuntan a algo completamente diferente. Una máscara viviente, en este caso, además de transmitir horror, sirve para crear una atmósfera surrealista y fantástica.
‘El teléfono negro’
El teléfono negro, la más reciente colaboración del director Scott Derrickson y el actor Ethan Hawke, cuenta la historia del enigmático Grabber, un asesino en serie que secuestra niños y los mantiene cautivos en su sótano. Lo que distingue a Grabber de un villano estándar es su máscara blanquecina que se compone de partes separadas que se unen y presenta cuernos, una sonrisa espeluznante con dientes, así como una boca con el ceño fruncido.