Daniel Espinosa, director de Morbius, tocó el tema de la metodología del actor a partir de que Jared Leto se compro metió bastante con el Dr. Michael Morbius, debutante personaje del Spider-Verse, que nunca abandonó su personaje al ir al baño en muletas, silla de ruedas y cojeando, para así vivir y asimilar el dolor de una persona que toda su vida ha vivido con una dolorosa enfermedad.
Sin embargo, antes de él, Daniel Day-Lewis era el reconocido rey del método drástico por sus exageradas y extremas decisiones en la maoyoría de su filmografía. Te contamos cómo ellos dos y otros actores han rebasado la línea de la cordura y se han comprometido con el verdadero séptimo arte a lo largo de sus carreras.
Leonardo DiCaprio
Pese a ser vegetariano, Leonardo DiCaprio se adaptó a las adversidades de su personaje Hugh Glass en El renacido, de Alejandro González Iñárritu, y devoró pedazos de carne cruda de bisonte y durmió en pieles de animales en la intemperie.
Tom Hanks
De alguna forma tenía que perder la cordura Tom Hanks en Náufrago, así que decidió darle realismo a la película y no se bañó ni se cortó el cabello durante semanas del rodaje. El resultado: una bonita y asquerosa infección de estafilococos que lo llevó al hospital.
Hillary Swank
Para la simple audición de Boys Don’t Cry, Hillary Swank vivió un mes como vato. Se cortó el cabello, utilizó calcetines para tener relleno y simular un pene, y se comprimió los pechos lo más que pudo. ¡Ouch! Sus vecinos la desconocieron en esa temporada y pensaron que era un familiar varón.
Daniel Day-Lewis
Antes de Jared, Daniel Day-Lewis tuvo un método bastante drástico. Por ejemplo, para rodar El último de los mohicanos sólo comió alimentos que podía cazar y frutos de la naturaleza que no lo pusieran en peligro. También estuvo en autoconfinamiento para darle mayor realismo y locura a su personaje en In the Name of the Father.
Robert De Niro
En 1975, cuando se rodó Taxi Driver, Robert De Niro se tomó la libertad de salir a ser taxista durante 12 horas en Nueva York. Muy posiblemente los pasajeros que abordaron su vehículo ni cuenta se dieron que un actor en camino a convertirse en leyenda los iba a llevar a su destino.
Mickey Rourke
El luchador es la mejor película de Mickey Rourke por el simple hecho de que él entrenó para ser un héroe del pancracio, ejecutó sus llaves y vuelos, pese a salir casi siempre lesionado, y se armó de valor para salir a luchar contra Chris Jericho en la WWE.
Johnny Depp
Johnny Depp vivió en el sótano del autor Hunter S. Thompson para estudiar sus manuscritos, pensamientos y la obra de su vida para así poder encarnar a Raoul Duke, el protagonista de Fear and Loathing in Las Vegas. También fumaron despreocupadamente en ese sitio lleno de barriles de pólvora.
Heath Ledger
Heath Ledger es considerado el mejor Joker en la historia de las adaptaciones del Detective Murciélago, bajo las órdenes de Christopher Nolan tomó la decisión de encerrarse un mes en un hotel en Londres para escribir un diario sobre por qué el Joker y él deben odiar al encapotado.
Adrien Brody
Adrien Brody jamás había sentido la soledad necesaria para transmitirla en su personaje de El pianista, así que abandonó su departamento, vendió su automóvil, desconectó su teléfono; metió sus pertenencias a una bolsa y vivió sólo con la compañía de su piano en el set. Fue tan drástico que su novia de ese entonces lo cortó.
Jared Leto
En Escuadrón Suicida, de David Ayer, Jared Leto llevó regalos bastante deleznables a sus compañeros de reparto: revistas de Playboy, una rata viva para Margot Robbie, juguetes sexuales y otras cosas raras. Al fin Joker. A esto le agregamos su obsesión de ir al baño en muletas y silla de ruedas para no salir del personaje en Morbius.
