La vida de la princesa Diana causa mucha intriga y morbo. Pese a conocer su inicio y el trágico desenlace que tuvo, todos los detalles acaecidos siguen siendo de interés público. Por ello, grandes compañías como Netflix complecen esta necesidad con el lanzamiento de The Crown, cuya cuarta temporada marcó la llegada de Lady Di a la vida de la realeza británica, siendo Emma Corrin quien encantó con su interpretación de esta fascinante mujer.
Ahora, es el director Pablo Larraín quien presenta su propia visión del sufrimiento de Diana de Gales, con Kristen Stewart tomando el papel principal, dejando en claro que no es un documental que sigue al pie de la letra los acontecimientos, sino que es un fábula basada en la vida real.
Con ambas producciones presentando a Diana, es imposible no hacer comparaciones y destacar sus principales diferencias, las cuales te contamos a continuación.
La época
Una de las principales diferencias es que The Crown ha contado una historia lineal, desde que Lady Di comienza a llamar la atención del príncipe Carlos, hasta la boda y sus primeros compromisos como pareja. Mientras que Spencer se centra sólo en la celebración navideña de la familia real, cuando los príncipes de Gales ya estaban separados.
El vestuario
Desde un principio, la producción de Spencer dejó en claro que no harían replicas de los outfits de Diana, sino que sólo serían usados como inspiración. Por otra parte, en The Crown han sido muy cautelosos al recrear piezas importantes que usó la princesa.
La poca participación de la reina
En la serie de Netflix, la reina Isabel siempre ha sido el personaje principal, atrayendo por default a toda su descendencia, con Olivia Colman siendo la más reciente en tomar el papel de la monarca. En cambio, en Spencer, Stella Gonet no tiene tanta intervención como la monarca y apenas le dirige una que otra mirada fulminante a la princesa.
Maggie
En Spencer, la asistente de la princesa Diana es su mayor confidente y alguien enamorada de ella. Este personaje, interpretado por Sally Hawkins, no aparece en The Crown, pues en realidad no existió y está basado en varios sirvientes del palacio que fueron cercanos a Lady Di.
El villano
Timothy Spall, mejor conocido como Colagusano en la saga de Harry Potter, da vida en Spencer a otro villano, uno que vigila en todo momento a la princesa. Al igual que Maggie, este personaje no existió como tal.
El sentir de los príncipes
Se sabe que la princesa Diana se esforzaba para que sus hijos tuvieran una infancia feliz, lo cual se ve en la película de Pablo Larraín; además de que Harry y William expresan abiertamente lo sofocante que puede ser formar parte de la familia real. Mientras que en The Crown, todavía no llega a esa parte del todo. Se espera que en la quinta temporada se ahonde más en ello, con Elizabeth Debicki tomando el papel.
La relación con Ana Bolena
En The Crown no hablan de cómo Diana sentía una relación especial con la primera reina de Inglaterra, Ana Bolena, quien fue mandada a decapitar por su propio marido. En Spencer dan a entender que Lady Di se sentía identificada con ella al sentirse atrapada, perseguida y al borde de la muerte.
Los celos de Carlos
En The Crown, el personaje de Josh O'Connor muestra celos de toda la atención que recibe Diana, sintiéndose opacado por su carisma. En cambio, en Spencer, la única vez que Carlos (Jack Farthing) le dirige la palabra es para decirle que no vaya a vomitar la comida.
Su problema con la comida
En The Crown vimos el comienzo de la bulimia por la que atravesó Diana; en Spencer, es un problema crónico. De hecho, atestiguamos cómo se atraganta para después vomitarlo todo. Se puede entender que era su vía de escape por lo sofocada que se sentía.
La demencia de Diana
A lo largo de las dos horas que dura Spencer, vemos cómo Diana está perdiendo la cabeza, inclusive acude a sus hijos para que le adviertan si creen que está comportándose como una tonta. Debido a la temporalidad, esto no se ve reflejado en The Crown y aún quedan dudas de cómo será la representación de la princesa en la nueva temporada.