¡La última parte de la quinta temporada de La casa de papel ya está en Netflix! Y a diferencia del resto de entregas, este es el capítulo final, la cereza del pastel que por tantos años Álex Pina y compañía, han horneado con tanto cuidado. Muestra del éxito de esta historia es el impacto que ha tenido en el mundo real, donde verdaderas protestas de carácter social han utilizado las máscaras de Dalí y la canción Bella Ciao como símbolo de resistencia (piel chinita en tres, dos, uno).
Y aunque nos fascina el camino que ha tenido El Profesor (Álvaro Morte), Tokio (Úrsula Corberó) y la inspectora Alicia Sierra (Najwa Nimri), también debemos llevarnos la mano al pecho y aceptar que no todo lo que brilla es oro. Por ello, es tiempo de presentarte este recuento de momentos que rayaron en lo inverosímil; por supuesto es una ficción, pero hay planteamientos que por más que el fandom se esforzó, fue imposible no pegar el grito en el aire.
Otra vez Arturo...
Ya, seamos honestos, Arturo (Enrique Arce) es uno de los personajes que mayores problemas ha traído a la banda de El Profesor (Álvaro Morte) y tras el primer robo, parecía que nos olvidaríamos de él. Sin embargo, en la tercera temporada de La casa de papel, por una razón desconocida, los del mono rojo deciden que es buena idea admitirlo como rehén por decisión propia. La consecuencia: orquestó un golpe de estado, ¿cuál era la necesidad?
Seguidores de la banda
No nos malinterpretes, el trasfondo idealista de El Profesor (Álvaro Morte) de encarar al sistema tiene un punto conmovedor, pero en esa realidad, abrieron fuego contra las fuerzas policiacas e incluso utilizaron una bazuca para destruir un vehículo oficial. Si esto fuera poco, algunos agentes se estaban quemando vivos frente al mundo entero, mientras los dalís saqueaban el Banco de España; que tengan tantos seguidores, como se muestra en la serie, no hace mucho sentido.
No eran muy listos
En la cuarta temporada de La casa de papel, Palermo (Rodrigo de la Serna) pierde el control como líder del equipo y, tras su locura, es esposado junto a Gandía (José Manuel Poga). Ahora, el meollo del asunto: Gandía no se libera hasta que Palermo le pasa el tip de romperse un dedo de la mano, ¿no que Gandía era un experto en guerra? ¿Cómo no se le ocurrió esto antes? Por otra parte, esto también delata que Palermo no planeó bien su propio golpe, no eran tan listos como parecía.
¿Es Iron Man?
Y ya que hablamos de Gandía (José Manuel Poga), justo cuando se escapa, comienza a cazar a los asaltantes uno a uno, pero cuando quiere aniquilar a Denver (Jaime Lorente) y Río (Miguel Herrán) en el elevador, el resto de aliados disparan a quemarropa contra Gandía. Y entre la lluvia de balas… ¡ninguna hirió a Gandía! ¿Qué es esto? ¿Otra típica producción donde los personajes tienen la peor puntería del mundo? Acabaron con el pasillo, pero ni una bala bien dirigida.
Un gran funeral
Uno de los momentos más impactantes de La casa de papel es el asesinato de Nairobi (Alba Flores), quien fue homenajeada con una funeral, el cual parecía demasiado planeado para una situación tan cambiante como lo es un robo. Desde una caja a la medida hasta un grupo de hombres, perfectamente vestidos, pulcros, lentes impecables y marchando con una coreografía de concurso. No, algo no cuadra.
Construcción de un muro falso (Plan París)
Como siempre, el ingenio de El Profesor (Álvaro Morte) es capaz de dejarnos boquiabiertos, pero al final de la cuarta temporada, algo con el Plan París parece demasiado forzado. Uno de los puntos clave para rescatar a Lisboa (Itziar Ituño) es colarse al estacionamiento de los juzgados y construir un muro falso para que un equipo especial la libere, pero… por muy buen trabajo que hagan los constructores, ¡alguien tuvo que darse cuenta! Un muro no aparece de la noche a la mañana, visualmente sería detectable entre sus trabajadores.
Abusador, pero líder
En la primera parte de la quinta temporada de La casa de papel, Amanda (Olalla Hernández) descubre que Arturo (Enrique Arce) la drogó y abusó de ella, sin embargo, esto pareciera que se le olvidó cuando él organiza un golpe de estado contra los ladrones y lo sigue a todas partes asumiendo su liderazgo. ¡No tiene sentido alguno! ¿Por qué no lo ignoró como decenas de rehénes?
No sólo es sabio, es aguantador
En el cierre de la primera parte de la quinta temporada, Alicia (Najwa Nimri) le dispara a El Profesor (Álvaro Morte) en el pie, incluso se ve el agujero que deja la bala, acto seguido, el valiente protagonista sólo hace caras, pero no grita, ¿se aguantó un disparo? Si esto fuera poco, en el resto de los episodios no limpia la herida, ni siquiera un Ibuprofeno, caray. No, esto no está funcionando.
El hombre perfecto
El carisma y notable intelecto de El Profesor (Álvaro Morte) lo han colocado como uno de los personajes favoritos del fandom, es innegable, pero de eso a convertirse en un experto en todo lo que hace, ya es una diferencia. ¿Un ejemplo? Bueno, cuando Alicia (Najwa Nimri) está dando a luz, casualmente el protagonista sabe qué hacer en esta situación y sí, trajo al mundo a un nuevo ser humano. Así, sin temblar ni dudar.
El verdadero Superman
Después de la tremenda golpiza, heridas múltiples con una jeringa y esquirlas de una bomba que por poco lo dejan inválido, Gandía (José Manuel Poga) sólo se puso un chaleco antibalas y se unió al equipo de Sagasta (José Manuel Seda). ¿Acaso no se cansa? ¿No le da hambre? ¿Qué pasa con esos 10 minutos fuera? Es imposible que un hombre pueda caminar después de recibir tanto castigo físico y aún tenga energía para una guerra.