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    'Los juegos del hambre': 10 cosas que no tienen sentido sobre Peeta Mellark

    'Los juegos del hambre' no hubieran sido los mismos sin el simpático Peeta Mellark (Josh Hutcherson), quien acompañó a Katniss (Jennifer Lawrence) e incluso se enamoraron y juntos crearon una familia. Puedes revivir la historia en Netflix.

    Debemos ser honestos: cada vez que pensamos en Los juegos del hambre (aprovechando que 3 de las 4 películas llegaron a Netflix) es inevitable recordar que Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) es una de las protagonistas (heroínas) menos carismáticas cuando de adaptaciones literarias a la pantalla grande se trata; su valor en momentos cruciales es indiscutible, pero es justo por sus carencias de personalidad que Peeta Mellark (Josh Hutcherson) adquiere gran relevancia en la saga al ser un personaje contrastante, sin embargo, tampoco es perfecto.

    'Los juegos del hambre': 15 cosas que todo fan de la saga debe saber

    Al parecer desde las novelas de Suzanne Collins hasta las cintas dirigidas por Francis Lawrence (Los juegos del hambre: En llamas), Peeta cuenta con una serie de problemas en su construcción y en múltiples ocasiones nos brincó todas aquellas cosas que no tienen sentido sobre el interés amoroso de Katniss, ponte cómodo que estas son las claras muestras y te aseguramos que una ligera sonrisa invadirá tu rostro al notar estas graves incongruencias.

    Eso sí, de darse las circunstancias adecuadas debido a que se trata de una precuela, Josh Hutcherson estaría encantado de regresar para la adaptación cinematográfica de The Ballad of Songbirds and Snakesaunque pensamos que no entraría con su mismo personaje de Peeta, sino con uno nuevo. Pero bueno, esa es agua de otro cantar y mientras esperamos a saber si efectivamente le dan un papel en la cinta antecesora de los eventos de la saga échale un vistazo a este slideshow.

     

    Oficio ilógico

    El Distrito 12 es uno de los más desfavorecidos de todo Panem; la pobreza es un tema serio y aun así Peeta (Josh Hutcherson) tenía como oficio la decoración de pasteles. ¿En serio la gente gastaba sus pocos recursos en bonitos pasteles? Este planteamiento de Suzanne Collins en Los juegos del hambre no tiene el mínimo de sentido.

    Esperemos 10 horas

    Durante Los juegos del hambre, Katniss (Jennifer Lawrence) trepa a un árbol para escapar de Cato (Alexander Ludwig) y el resto de tributos asesinos, por ello Peeta (Josh Hutcherson) se les une para ganarle tiempo a la joven protagonista, incluso logra convencerlos de no quemar el árbol y esperar hasta que ella misma decida bajar, ¿qué antagonista respetable tomaría esta idea? Es realmente ridículo esperar 10 horas o más.

    Extraño desapego familiar

    En Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 1, el simpático Peeta (Josh Hutcherson) pierde a toda su familia y esto apenas le importa. Es verdad que su madre no era una buena persona, pero ¿qué pasa con su padre y hermanos? Tal vez no era la mejor relación, pero ni siquiera tuvo un momento honesto de despedida y esta falta de argumentos emocionales restan puntos al personaje.

    ¿Cómo se hizo tan bueno?

    Peeta (Josh Hutcherson) demostró en Los juegos del hambre ser un talentoso artista con la pintura de camuflaje, pero… ¿estas habilidades las adquirió decorando pasteles? Vamos, esto no tiene el mínimo de sentido, son mundos totalmente distintos y un pincel no los une del todo.

    Vivía en una fantasía

    En la saga de Los juegos del hambre, Peeta (Josh Hutcherson) y Katniss (Jennifer Lawrence) mantienen cierta atracción en el aire que no es del todo clara, pero en los libros el joven pareciera no darse cuenta que los sentimientos de Everdeen hacia él son fingidos, incluso los fans han creado una poderosa teoría alrededor de esto: Peeta vive en una constante fantasía amorosa en la que quedó atrapado.

    Justicia por mano propia

    Sabemos que la nobleza de Peeta (Josh Hutcherson) le impidió ser un despiadado asesino a sangre fría, pero en Los juegos del hambre estuvo a punto que Cato (Alexander Ludwig) y sus seguidores le quitaran la vida a Katniss (Jennifer Lawrence), es duro, pero debía aniquilarlos mientras dormían junto a la fogata y que no lo hiciera no tiene sentido, mucho menos en la historia de Suzanne Collins.

    Falta de creatividad

    El Capitolio quiso poner a Peeta (Josh Hutcherson) en contra de Katniss (Jennifer Lawrence), incluso logró lavarle el cerebro, pero después su plan falló estrepitosamente, ¿no era más sencillo colocarle un rastreador? Así conocían la ubicación de Everdeen y después mandaban una armada o algo similar, faltó mucha creatividad y de paso fue inútil el papel de Peeta.

    Una familia poco creíble

    Seamos honestos: nadie se creyó que Katniss (Jennifer Lawrence) decidiera tener una familia completa con Peeta (Josh Hutcherson), finalmente nunca fue clara con sus sentimientos y esta pareja carece de argumentos sólidos, al final ni quiera los veíamos realmente juntos.

    ¿No sabían o lo omitieron?

    Cuando el Distrito 13 rescata a Peeta (Josh Hutcherson) y Johanna (Jena Malone) del Capitolio claramente el coprotagonista de Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 1 se mostraba diferente, con otro comportamiento e incluso pidió que cesaran el fuego, ¿cómo es que nadie se dio cuenta que le habían lavado el cerebro? ¿Cómo no lo esperaron? Demasiado incrédulos.

    Tranquilo vaquero

    Dado que Katniss (Jennifer Lawrence) claramente no muestra sus sentimientos, Peeta (Josh Hutcherson) tomaba ciertas iniciativas que desde los libros hasta las películas de Los juegos del hambre ponían en una situación incómodo a la gran protagonista, esto no tiene mucho sentido una vez que analizamos su tranquila personalidad en el resto de actos.

    Justicia por mano propia

    Está bien, sabemos que la nobleza de Peeta (Josh Hutcherson) le impidió ser un despiadado asesino a sangre fría, pero en Los juegos del hambre estuvo a punto que Cato (Alexander Ludwig) y sus seguidores le quitaran la vida a Katniss (Jennifer Lawrence), es duro, pero debía asesinarlos mientras dormían junto a la fogata y que no lo hiciera no tiene sentido, mucho menos en la historia de Suzanne Collins.

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