Han pasado 20 años desde que Amores perros llegó a la pantalla grande para cambiar el rumbo del cine mexicano. Era el primer largometraje dirigido por Alejandro González Iñárritu y también el primer acercamiento profesional para muchas personas que trabajaron en la película, como sonidistas, actores, actrices y hasta productores. La experiencia fue todo un riesgo que valió la pena, ya que después de tanto tiempo seguimos hablando de esta cinta debido a su relevancia, trama y demás ingredientes que la hicieron posible.
Aprovechando la ocasión, durante el Festival Internacional de Cine de Morelia 2020, se llevó a cabo una conferencia de prensa en la que estuvieron presentes un montón de los involucrados en Amores perros, como Alejandro González Iñárritu, Gael García (sólo por breves instantes), Gustavo Sánchez Parra, Adriana Barraza y más, en lo que significó una reunión virtual que sirvió como la excusa perfecta para contar un montón de anécdotas nunca antes reveladas sobre la filmación.
Y es que Amores perros es la encargada de inaugurar la 18° edición del FICM gracias a la edición remasterizada que se trabajó sobre la cinta y que estará disponible en cartelera comercial en México a partir del 5 de noviembre en Cinépolis. Además, en diciembre de este año llegará la edición Criterion del título e incluso se planea publicar un libro con los story boards de la cinta, así que vaya que están de manteles largos.
“Esta película a mi me cambió la vida”, reveló Alejandro en la conferencia: “Hubo un antes y después que de una forma nos afectó e impactó a nivel personal, intelectual, espiritual como parte de un mosaico colectivo en la gramática visual del cine mexicano”, pensamiento que no sólo el director de 21 gramos y Babel tuvo, si no que prácticamente todos los presentes en la reunión coinciden en que Amores perros marcó sus vidas.
Échale un vistazo a este slideshow que preparamos para ti porque hay muchas anécdotas interesantes, como un asalto que sufrieron algunos, sorpresas y hasta el miedo a los perros que un miembro del reparto tenía.
¡Corte!
Adriana Barraza constantemente confundía el nombre de su hijo en la ficción: Ramiro (Marco Pérez), con el del cinefotógrafo de Amores perros: Rodrigo Prieto, por lo que muchas veces tuvieron que cortar la escena por este detalle.
El papá de Gael García
Gael García viajó de Londres a México para grabar durante sus vacaciones (y a escondidas) Amores perros, pero ya que el tiempo era contado, estaba triste de no ver a su padre. Alejandro González Iñárritu y otros miembros de la película decidieron traer a su papá: José Ángel a la grabación y darle la sorpresa a Gael; incluso el chofer de un camión es justo el padre del actor.
Miedo a los perros
Aunque Gustavo Sánchez Parra parece todo un experto en amaestrar perros, le había confesado a Alejandro González Iñárritu su temor por los caninos, así que tuvo que armarse de mucho valor para grabar las escenas e interactuar con los animales, algo que sorprendió al director.
La mala experiencia al comienzo
Gustavo Sánchez Parra ya se había pintado el cabello y se preparó para ser Jarocho, pero llegó al llanto por una mala experiencia en una escena en la que debía manejar, pero confesó que no sabía hacerlo. Alejandro González Iñárritu decidió que varios empujaran el coche y sólo tomar la parte delantera para solucionar el problema, aunque la situación hizo sentir mal al actor.
El primer guion
Amores perros fue la primera película en la que participó Gael García y recordó que en el guion la cinta se llamaba Perro blanco, perro negro. Alejandro González Iñárritu le contó el proyecto en una llamada telefónica en la que hizo una voz de locutor de radio.
Presupuesto limitado
Al ser la primera película dirigida por Alejandro González Iñárritu, había desconfianza por parte de los productores para soltar presupuesto. Se había dicho que máximo le darían 1.5 millones de dólares, pero la cifra se extendió hasta casi 1 millón más, algo que la productora Tita Lombardo había predicho desde el comienzo.
Asalto en el set
Parte de la filmación de Amores perros se llevó a cabo en un lugar peligroso de la Ciudad de México, lo que resultó en un asalto a Alejandro González Iñárritu, Brigitte Broch (diseñadora de producción) y compañía. Encañonaron al director y le quitaron una cadena con mucho valor sentimental, mientras que a la diseñadora la tiraron y amenazaron para quitarle sus cosas.
El sonido
Muchos de los actores, el propio director y miembros del equipo de producción comenzaban sus respectivas carreras, por lo que había inexperiencia. Martín Hernández (diseñador sonoro) admite que la falta de conocimiento obligó a pedir más tiempo para terminar su trabajo, aunque al final el trabajo se sacó adelante.
La iniciación
Algo que impactó al elenco y equipo de producción es que el primer día del rodaje de Amores perros, Alejandro González Iñárritu tuvo una especie de ceremonia de iniciación, en la que les regaló una rosa roja a cada uno para sellar un proyecto que juntaría sus nombres en una película.
El choque
Rodrigo Prieto (director de fotografía) mencionó que el choque que hace coincidir las historias estuvo sobre tiempo, ya que después de ensayos y tomas fallidas sólo quedó una debido a que ya estaba atardeciendo y por ende no había mucha luz para grabar; por suerte, fue esa secuencia la que se logró.