Una de las peores cosas que te pueden pasar como artista es que tu primer trabajo sea tu obra maestra. A partir de ahí todo es cuesta abajo y debe ser horrible intentar, una y otra vez, superarte a tí mismo, sin éxito. Muchos autores incluso han preferido no volver a realizar nada, pero otros, como M. Night Shyamalan, han insistido en que son capaces de repetir la hazaña.
Tristemente, no ha sido el caso para el director que nos dejó a todos impactados con el giro final de El sexto sentido. Desde entonces, Shyamalan lo ha intentado todo, pero lo cierto es que repetir semejante golpe de genialidad es complicado. Para colmo, mientras más se ha esforzado menos le ha salido, al grado de que le ha costado mucho trabajo vender los proyectos de sus ultimas películas. Glass, que se estrenó este fin de semana, parece que no es la excepción y aunque superó al resto de los estrenos en taquilla, tanto el público como la crítica se quejan de que hay demasiados giros y que el final no le hace justicia a la historia.... ¿en qué lugar de esta lista lo pondrías?
La dama en el agua (2006)
Es el peor twist porque ni siquiera entendimos bien cuál fue: si el que Paul Giamatti se diera cuenta que su teoría no funcionaba o si que el escritor, interpetado por el mismo Shyamalan, tenía que escribir la historia que salvaría al mundo.
El fin de los tiempos (2008)
Un filme post-apocalítico a cargo de Mark Wahlberg y muy parecido a Bird Box en su premisa: algo sucede y los humanos comienzan a sucidarse. En este caso el twist fue descubrir que lo árboles eran los responsables de la aniquilación de los humanos. Nada para impresionarse ni redefinir la historia.
Señales 2002
Protagonizada por Mel Gibson y Joaquin Phoenix, es un buen thriller de ciencia ficción y extraterrestres malintencionados. El twist descubre que el agua puede destruirlos, por lo que nadie entendió entonces por qué eligieron invadir un planeta conformado en tres cuartas partes por H2O.
Fragmentado (2016)
Una excelente película que debería haberle valido una nominación a James McAvoy por su capacidad de transformación. Tuvo varios giros pequeños, pero el más importante fue darnos cuenta de que era parte del mismo universo que El protegido.
La aldea (2004)
A cargo de Joaquin Phoenix y Adrien Brody, es un inquietante relato sobre una aldea, aparentemente en el siglo XIX, cuyos habitantes pertenecen a un estricto culto religioso y que son asediados por unos extraños monstruos. El giro nos revela que la historia no se desarrolla en el pasado sino en el presente.
Los huéspedes (2015)
Shyamalan regresó a lo básico con esta cinta en la que dos niños van a visitar a sus abuelos, a quienes nunca antes habían visto. En un giro muy bien llevado, descubrimos que en realidad son dos pacientes psiquiátricos que mataron a los verdaderos y todo el tiempo nos han dado las pistas para descubrirlo.
El protegido (2000)
Shyamalan todavía tenía el toque y su giro en esta película es perfecto. Enterarnos de que es el mismo Mr. Glass (Samuel L. Jackson) quien ha ocasionado toda una serie de accidentes terribles en el afán de encontrar a su némesis (Bruce Willis), le da un sentido completamente diferente a la historia.
El sexto sentido (1999)
No es necesario decir mucho. Darnos cuenta al final de El sexto sentido de que el personaje de Bruce Willis siempre ha estado muerto es, simplemente, el mejor giro que el cine ha visto.