Gary Oldman ha arrasado con todos los premios de esta temporada como Mejor actor y no es para menos. Si bien para Las horas más oscuras contó con el talento del maestro del maquillaje Kazuhiro Tsuji, reconocido por su trabajo en El planeta de los simios (2001), El curioso caso de Benjamin Button (2008) y El Grinch (2000), y a quien incluso sacó de su retiro, su personificación de Winston Churchill es mucho más que látex, protésticos y pintura.
El tono de voz, los ademanes, la personalidad, los gestos, el oficio de Oldman como uno de los mejores actores de su generación es lo que ha conseguido que lo olvidemos por completo en Las horas más oscuras y creamos que es el mismísimo Winston Churchill al que vemos en la pantalla. No es simple actuación, es una de las transformaciones más impactantes que la pantalla ha visto recientemente.
Pero no es la primera vez. Desde los incios de su carrera Gary Oldman ha probado ser camaleónico y tener la capacidad de dejar su personalidad de lado para permitir que emerga la de sus personajes de una manera asombrosa. Inexplicablemente, nunca ha ganado un Oscar, pero realmente creemos que ya es hora...
Sirius Black
Lo más seguro es que cómo mejor lo recuerdes sea como el animago y padrino de Harry Potter. Quizá su transformación no es tan asombrosa, pero su participación en la saga fue tan entrañable que su muerte fue una de las que más nos dolieron.
Sid Vicious
Fue en 1986 cuando Oldman demostró por primera vez su capácidad de transformación al personificar al bajista del grupo de Punk inglés, The Sex Pistols, en la cinta Sid and Nancy.
Lee Harvey Oswald
El foco de la cinta JFK (1991) estaba sobre Kevin Costner y muy pocos pusieron atención al aún poco reconocido actor de reparto que realizó una sobresaliente interpretación como el supuesto asesino del presidente Kennedy.
Dracula
En la cinta de 1992 de Francis Ford Coppola, el actor no tuvo una transformación sino tres; cada una completamente diferente a la otra, pero sin perder la escencia del personaje, que podía ser tan encantador como terrorífico.
Beethoven
Otra interpretación sorprendente del actor que, en retrospectiva, es lo mejor de la película Beethoven: Ser Inmortal de 1994, que pasó casi desapercibida de no haber sido por su interpretación.
Jean Baptiste Emanuel Zorg
Como el villano de El quinto elemento (1997), Oldman logró un personaje que era tan chistoso como malvado. Además, algo que siempre le reconoceremos al actor es que nunca le teme a verse horrendo.
Mason Verger
Es hasta difícil ver a este personaje, al que Hannibal (2001) le había desfigurado el rostro a mordidas, sin sentir escalofríos. De nuevo, no fue sólo el maquillaje lo que logró que Oldman nos mostrara que se puede ser tan feo por dentro como por fuera.
George Smiley
Su personaje como un agente retirado que debe investigar lo que verdaderamente sucedió en una misión que salió mal en El espía que sabía demasiado (2011), le valió ¡por fin! una nominación al Oscar y otra al BAFTA como Mejor actor.
Elvis
Sobran las palabras con sólo verlo como un imitador de Elvis Presley en Guns, Girls and Gambling (2012). Una vez más, su participación fue lo más memorable de la cinta.
General Mikhail Nesterov
Este personaje de la era stalinista en Crímenes Ocultos (2015) es la prueba irrefutable de que no es el maquillaje lo que logra que Gary Oldman se convierta en cualquier personaje que se proponga.