A finales de los años 90, Disney realizó, muy tímidamente, tres películas live-action, es decir con actores de carne y hueso, una versión muy fallida de El libro de la selva (1994), 101 dálmatas (1996) y su secuela 102 dálmatas (2000).
Nadie sospecharía que tomar un clásico animado y rehacerlo con actores se convertiría no en una moda, sino en el modus operandi de Disney a partir del año 2010. Todo arrancó con Alicia en el país de las Maravillas, la cual provocó grandes expectativas porque era dirigida por Tim Burton y visualmente parecía espectacular. El resultado fue decepcionante, pero no para la taquilla, cuyos buenos números generaron que Disney ya no se preocupara por buscar historias originales ni nuevos personajes que resultaran atractivos para el público. Lo mejor resultó ser hacer remakes de los clásicos animados.
Maléfica (2014)
La tendencia se confirmó cuando se reveló que Angelina Jolie interpretaría a la bruja malvada de La bella durmiente, en una historia para dar a conocer el punto de vista de la villana de la historia. Tendencia que se repetirá más adelante.
Cenicienta (2015)
Con Maléfica se descubrió un nuevo ingrediente de la receta: pon nombres famosos y con que se vistan igualito a la caricatura, la gente llenará las salas a carretadas. Cenicienta incluía a Lily James, Cate Blanchett y Helena Bonham Carter en el elenco. ¿Y aún así, ustedes recuerdan la escena clásica de… ninguna?
El libro de la selva (2016)
La versión live-action combinada con animales CGI fue todo un éxito de taquilla. Todo mundo la adoró, sobre todo por las nuevas versiones de las canciones del filme de animado de 1967.
Alicia a través del espejo (2016)
Para que no acusen de falta de creatividad a la casa del ratón, no sólo se hacen remakes, también se van desprendiendo secuelas de éstos.
La Bella y la Bestia (2017)
Continúa la receta nombre famoso vestuario de princesa Disney, dan como resultado un exitazo de taquilla. Qué importa que se calquen tal cual el guión y las escenas de los clásicos animados y… ¡hey! esta animación todavía estaba reciente.
Christopher Robin (2018)
Y lo que viene: un filme basado en los animados de Winnie Pooh donde Christopher Robin es un adulto que padece de una severa crisis de imaginación. ¿Les recuerda a alguien?
Dumbo (2019)
Tim Burton (en la foto, en el tren del circo, en el set de filmación) se encargará de esta producción. Ya se dijo que para Dumbo y los elefantes no serán utilizados animales reales, puro CGI.
Aladdin (2019)
De dirigir filmes del bajo mundo londinense, con hartos diálogos incisivos y cargados de groserías, Guy Ritchie ahora dirige esta adaptación basada en el exitoso filme animado de 1992. Naomi Scott, Mena Massoud y Will Smith como la princesa Jasmine, Aladdin y el Genio, respectivamente. Por cierto, la foto, de inicios de la filmación, es del Twitter de Smith.
El Rey León (2019)
El original no sólo triunfó en el cine, sino que también en su versión de Broadway, y como ya se vio que los animales CGI funcionaron con El libro de la selva, llega la nueva visión de este clásico animado. El elenco de voces incluye a Beyoncé y James Earl Jones repite como Mufasa.
Después de que Disney nos obsequie con un 2019 con tres películas live-action otrora animadas, tres, vienen sus planes futuros: Uno de ellos es una película enfocada en el origen de la villana de 101 Dálmatas. Estelariza Emma Watson.
Todavía quedan muchas películas animadas por hacer live-action
El libro de la selva 2, La Sirenita, Maléfica 2, Mulan, Pinocho, Blanca Nieves y los siete enanos, La espada en la piedra, dos películas basadas en Peter Pan y hasta la hermana de Blanca Nieves, Red Rose tendrán su propia película en el futuro. Tal vez en unos 25 años, Disney empiece a hacer filmes animados en CGI de las versiones live-action de ahora.