El mundo del cine ha atravesado una verdadera fiebre por los live-action. Desde que Disney decidió llevar a la carne y hueso a La sirenita, Aladdín y próximamente a Hércules y Lilo & Stitch, esta tendencia se ha convertido en la regla de oro de Hollywood. Lo mismo ha ocurrido en el anime con One Piece, que sorprendió al mundo con su adaptación para Netflix, demostrando que, con amor y presupuesto, se puede rendir justicia a los animes legendarios. Sin embargo, hay un gran ausente: Dragon Ball Z.
Aunque muchos preferirían olvidarlo, Dragonball Evolution fue un completo desastre. La realidad es que los fans de Akira Toriyama llevan años esperando una versión digna que pueda llevar a Goku y compañía a las salas de cine. Y aunque los nombres más comunes que suenan para hacerlo son Zack Snyder o los hermanos Russo, en los rincones más creativos de internet ha comenzado a sonar una figura inesperada, pero fascinante: Quentin Tarantino.
Goku y Vegeta

Goku entraría en escena en cámara lenta al estilo de Perros de reserva, con su traje naranja desgastado, una katana colgada en la espalda y la mirada relajada. Vegeta, en cambio, sería el clásico personaje de Tarantino, alguien gruñón, orgulloso, explosivo, pero con frases existenciales sobre el honor, el orgullo saiyajin y lo difícil que es ser de la realeza.
Krillin y Maestro Roshi

Krillin se habría convertido en un guerrero callejero, más serio de lo habitual, con marcas en la piel que cuentan mil historias. Tarantino seguro lo pondría a repartir golpes, como si fuera un experto en kung-fu salido de Kill Bill. Y el Maestro Roshi, quien en este universo sería una especie de sabio decadente, algo excéntrico, tendría una voz ronca por tantos años de entrenamiento y sake.
Bulma y Piccolo

Bulma, sin duda, tendría el estilo de una femme fatale de A prueba de muerte. Inteligente, valiente y con un guardarropa lleno de referencias a películas clásicas. Y hablando de Namek, Piccolo sería el personaje más enigmático. En este caso, Tarantino podría tomar una licencia creativa y hacer de Piccolo un humano calvo y normal, con lentes oscuros y largas túnicas.
Trunks del Futuro y Gohan

Trunks, el hijo del príncipe saiyajin y la científica brillante, sería el protagonista perfecto para una escena inicial donde llega del futuro con su espada, bajo la lluvia, con música setentera y narración en off. Gohan, por su parte, sería el joven idealista que poco a poco se convierte en un guerrero a lo Django. La transformación de niño tímido a maestro del poder oculto estaría cargada de emoción, dolor, y claro, violencia de Tarantino.