La narrativa de Cuando el teléfono suena y El juego del calamar pueden ser bastante diferentes, sin embargo ambas producciones comparten la característica de ser dos de los k-dramas más populares en el catálogo de Netflix pues consiguieron romper récords de audiencia. Además, ambas tienen una capa de suspenso y misterio debajo de su respectiva trama principal y, tanto la serie de romance como la de horror psicológico, ya recibieron críticas de los fans por posicionarse sobre asuntos sociales de forma inadecuada.
Con lo mucho que se está hablando de ellas en el momento no podría dejarse pasar la oportunidad para imaginar cómo se verían Baek Sa-eon (Yoo Yeon-seok) y Hong Hee-joo (Chae Soo-bin) si pasaran de vivir rodeados de lujos gracias a su posición social a verse en la necesidad de entrar a los juegos mortales con la idea de ganar el gran premio prometido. Estas imágenes realizadas con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial nos permiten ver cómo se verían los protagonistas de Cuando el teléfono suena preparándose para ser parte de El juego del calamar.
Una decisión por tomar
Primero tenemos a Hee-joo quien, ya uniformada con la ropa color verde del juego, tendría un momento para pensar si verdaderamente desea unirse a las dinámicas de este concurso. Sin estar segura del todo, sabemos que al final decidiría quedarse.
Primer juego
También dejando atrás los trajes elegantes y moños al cuello Sa-eon enfrentaría la realidad del concurso al que entraron viendo de frente a la gran muñeca robótica que indica cuándo pueden avanzar a la línea de meta y cuando detenerse.
Preparando una estrategia
En ronda siguientes, la pareja decidiría reunirse con la posibilidad de planear una estrategia que los lleve a ganar juntos El juego del calamar. Considerando lo cambiante e impredecible del juego, sería complicado determinar si les conviene hacer equipo o no.
En medio de la desoladora arena
Rendido en medio de la desoladora arena, ¿sería posible que Sa-eon pudiera enfrentar el juego final y ganar la contienda? En ese caso, podría suceder algo similar que con el actual líder y el mando cambiaría de dueño.